El FC Barcelona tiene la oportunidad de clasificarse a unas semifinales de la Champions League cinco años después. Tan solo necesita un empate ante el PSG en Montjuïc para pasar dejar atrás los cuartos de final. Pero Luis Enrique no pondrá las cosas fáciles. Tampoco uno de los jugadores estrella del conjunto parisino, Ousmane Dembelé.
Decisivo en el partido entre Barça y PSG será el papel de la afición en el Lluís Companys. Xavi, en la rueda de prensa previa, quiere que Montjuïc sea una "caldera" y que "recuerde al Camp Nou de las grandes noches" en la competición continental. Faltan más de 24 horas para el choque, y algunos barcelonistas se han acercado a recibir a los jugadores del equipo de la capital francesa para intimidarlos.
Dembelé, encapuchado
Los culés siguen guardando rencor al mosquito. El PSG duerme en el Hotel Vela de Barcelona. Este lunes, al mediodía, algunos aficionados se han desplazado hasta la ubicación para profanar algunos insultos al ex del Barça. Entre los chillidos de la marea azulgrana, se puede escuchar como alguien le dice "hijo de puta" a Dembelé, que salió encapuchado del autocar de su equipo, pero no pudo eludir las injurias.
Muchos seguidores tienen un mal recuerdo del paso de Ousmane por la capital catalana, debido a todo el tiempo que se pasó lesionado y su falta de profesionalidad en algunos momentos. También por haber traicionado a Xavi Hernández, entrenador del Barça, y uno de sus grandes defensores ante todas las críticas. Con el técnico de Terrassa, el mosquito siempre fue titular e importante en su esquema.
Xavi no olvida
En la rueda de prensa previa al partido, Xavi fue, precisamente, preguntado sobre cuál iba a ser el recibimiento de Ousmane por parte de la afición. El míster, simplemente, ha admitido que los culés pueden expresar libremente su pensamiento, sea cual sea. "La marcha de Dembelé me supo mal, pero no le guardo rencor. Le tengo cariño. La gente que demuestre lo que quiere, para eso es el público", ha matizado finalmente.