La afición del Barça, presente en el Parc des Princes por los cuartos de Champions

La afición del Barça, presente en el Parc des Princes por los cuartos de Champions FCB

Culemaníacos

Así fue la guerra entre aficiones de Barça y PSG: antes, durante y después del partido

El Parc des Princes vivió un ambiente espectacular por el aliento de las dos hinchadas en los cuartos de final de la Champions

12 abril, 2024 22:30
Víctor Malo Ángel Álvarez

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El FC Barcelona conquistó territorio francés. Su visita al feudo del PSG salió a pedir de boca por la importante victoria (2-3) en la ida de los cuartos de final de la Champions League. La guerra que se vivió en el terreno de juego del Parc des Princes también se pudo apreciar en las gradas y a las afueras del estadio, donde las dos aficiones protagonizaron su batalla particular para motivar a sus respectivos equipos en el compromiso continental.

Culemanía estuvo presente en toda la fiesta que se dio en la capital francesa, donde asistieron hasta 2.000 aficionados del Barça que arroparon a los dirigidos por Xavi Hernández. En la previa se esperaba un ambiente repleto de euforia y tensión a partes iguales, teniendo en cuenta que los ultras del Paris Saint-Germain ya habían advertido de sus intenciones beligerantes en un comunicado en los días anteriores a la disputa del encuentro.

La previa del partido

Ello motivó un dispotivo policial de seguridad que dejaba patente que se trataba de un partido de alto riesgo. La Gendarmería Nacional francesa exhibió todo su potencial, con decenas de efectivos que llevaban ametralladora y vigilaban que las aficiones hiciesen caso de las indicaciones de los stewards del club galo, que también protagonizaron un despliegue enorme teniendo en cuenta que el Parc des Princes no es un estadio excesivamente grande: caben 48.000 espectadores

Los chalecos naranjas se encargaron de bloquear las calles del distrito Bolougne-Billancourt más cercanas al estadio. Hasta el punto de que los aficionados del Barça solo podían acceder por una calle, mientras que los del PSG tenían que hacerlo por la paralela, que quedó colapsada en las dos horas previas al partido. 

Tensión en el campo

Ya en las localidades del Parc des Princes, la afición azulgrana calentaba sus gargantas con varios cánticos para tratar de imponerse ante la hinchada rival en una batalla muy desigual: 45.000 contra 2.000. Las primeras enganchadas con los fans del PSG comenzaron una hora antes del partido, cuando los parisinos entonaron el esperado "puta Barça, puta Barça, eh, eh". Eso provocó una respuesta inmediata de los culés que asistieron al compromiso, siendo los clásicos gritos de "puta PSG, puta PSG" los que utilizaron para expresar su animadversión hacia el cuadro francés.

Los insultos, gestos despectivos, algunos de connotación sexual, peinetas, manitas --por las 5 Champions del Barça-- y demás bravuconadas iban que volaban. Desde ambos bandos. Durante unos cuantos minutos, y antes del despliegue fallido de tifos del PSG --de los tres que intentaron, tan solo completaron uno, el del maestro Yoda de Star Wars con una banda sonora espectacular y una performance que parecía señalar que el Barça es el lado oscurso y, claramente, fue definido como el enemigo--, fue un intercambio de golpes constante. Tres hileras de asientos quedaron vacías para marcar separación entre las aficiones, que además estaban separadas por una valla y un buen puñado de stewards. 

Con el desarrollo del encuentro y los diferentes goles que fueron anotando los de Xavi Hernández, el ambiente empezó a ser favorable para el sector azulgrana, aunque con sus evidentes tramos de sufrimiento. Uno de los momentos más tensos consisitió en el gol del empate parcial de Ousmane Dembelé que hizo que la afición ardiera en llamas por celebrarlo enérgicamente ante la zona donde estaban ubicados. Solo tres minutos llegó el tanto de Vitinha y la desolación se apoderó del culé. Por poco tiempo.

La buena noticia es que la última palabra la tuvo el Barça. La euforia total se dio con el gol del empate de Raphinha y, sobre todo, con el tanto de la victoria de Andreas Christensen. En ese momento, una de las personas de la hinchada catalana encendió una bengala de cara a animar lo que estaba representando un momento especial para el FC Barcelona en Europa. Entre medias de los dos últimos goles del Barça también se protagonizaron incidentes entre las dos aficiones en las gradas a pie de campo: se lanzaron vasos con liquidos e, incluso, un asiento. Tuvo que intervenir la seguridad y hubo dos personas detenidas por insultos racistas y por hacer el saludo nazi. 

El Barça domina en París

Una vez pitado el final del encuentro, la hinchada del FC Barcelona se hizo gigante en la casa del PSG. El silencio de los rivales se hizo presente, por lo que los cánticos de los culés se hicieron escuchar con fuerza en los diferentes rincones del Parc des Princes. En este sentido, la afición quiso despedir a los parisinos gritando "au revoir (adiós en francés), Paris Saint-Germain".

La alegría de los barcelonistas se mantuvo cuando empezaron a salir poco a poco de las instalaciones del estadio francés. La aficion culé fue la última en desalojar el estadio y siempre estuvo escoltada por la policía. No tuvieron contacto directo con la afición del PSG, debido a que los gendarmes de Francia evitaron que las rutas de salida de las dos hinchadas coincidieran en todo momento, tanto antes como después del partido, por lo que no existieron enfrentamientos graves en las calles. Sin embargo, no pudieron evitar que un sector radical barcelonista dejase la cara morada a un francés que llevaba camiseta de Vinicius y entonó el "puta Barça".