Descontento entre parte de los socios y socias del FC Barcelona. ¿El motivo? El hecho de que la Asamblea de Compromisarios que la junta directiva de Joan Laporta ha programado para el 21 de octubre sea, como viene siendo tónica habitual últimamente, de forma telemática. Una fórmula que enturbia la capacidad de los socios para expresar sus dudas, inquietudes y opiniones al no ser presencial.
En las últimas horas ha llegado a Culemanía la carta de una socia indignada, que ha querido mostrar su malestar con la decisión de la junta laportista. A continuación la reproducimos íntegramente.
Carta de la socia número 26.522
"Sr. Laporta y Compañía, ya me había enterado de que la Asamblea sería telemática, pero tenía la esperanza de que en el último momento imperara el sentido común y el respeto a los socios y socias.
Sinceramente, cada vez es más evidente que el respeto antes mencionado ha desaparecido de esta Junta Directiva. ¿De que tenéis miedo? ¿Por qué no os queréis presentar frente a frente con los que sobre el papel somos los amos del club?
¿Qué queréis esconder? Todo ello es tan lamentable que no quiero emplear palabras groseras para definirlo. No hace falta que os llenéis la boca con que el Barça es de sus socios y socias. Esto, sencillamente, es mentira.
Id con cuidado porque, con tanta mentira, os crecerá la nariz como a Pinocho y después ya no habrá remedio. La socia 26522, enfadada", puede leerse en la carta enviada por Dolors Saballs Cabello, una de las barcelonistas indignadas.
La capacidad de intervenir, mermada
Igual que la mencionada Dolors, muchos otros socios y socias están expresando su malestar en las últimas horas. Entienden que el hecho de impedir la asistencia personal del socio compromisario, mediante una asamblea telemática, significa privarle en parte del derecho a deliberar.
Los clubes, que son personas jurídicas, adoptan sus acuerdos a través de sus órganos de gobierno, a través de la junta directiva y los resultados de las Asambleas Generales. El caso es que, con la fórmula no presencial, esa posibilidad de intervención, argumentación, queja y razonamiento por parte de los socios se entorpece.