Por mucho que se trate de un partido de exhibición, un clásico entre FC Barcelona y Real Madrid nunca es un amistoso. Sea en España, en Estados Unidos o en la China. Este sábado, en Dallas, los aficionados pudieron disfrutar de un duelo de alto voltaje entre dos de los mejores equipos del mundo. Hubo intensidad, alguna entrada dura, tanganas y rifirrafes varios entre dos grupos de futbolistas cuya rivalidad es máxima.
El primer levantamiento de armas lo protagonizó el Real Madrid. Una entrada dura entrada de Tchouaméni sobre Gundogan, en la primera mitad, ya había puesto los pelos de punta a los seguidores culés. El centrocampista azulgrana se dolió inmediatamente tras el golpe, y lo cierto es que acabó renqueante.
Enfados, patadas y reproches
Esa primera acción enfadó a algunos jugadores culés, dispuestos a responder a los madridistas con la misma moneda. Así fue como Frenkie de Jong protagonizó una acción que causó un gran revuelo sobre el terreno de juego. Su dura patada a Militao, que estaba de espaldas en el centro del campo, terminó formando una tangana entre los jugadores de ambos equipos, que se encararon de inmediato.
Pese a los empujones aislados y reproches verbales, el encontronazo no fue a más. El caso es que, tras la respuesta del FC Barcelona, el Real Madrid no se achantó y volvió a actuar con dureza sobre los jugadores culés.
En plena lucha por un balón, por ejemplo, Jude Bellingham estampó a Ronald Araujo contra la valla publicitaria. Por fortuna el defensor charrúa salió ileso, aunque lo cierto es que podría haber acabado muy malherido.
El Barça se venga a base de goles
Tras la dura entrada, el FC Barcelona no se vengó por la vía de la agresividad sino de la intensidad. Llegaron dos goles a favor en los últimos diez minutos de encuentro, y con el 3-0 el conjunto azulgrana cerró el clásico por todo lo alto. Un resultado que no refleja a ciencia cierta lo visto sobre el césped, pero que servirá a los de Xavi Hernández para continuar preparando con optimismo la temporada 2023-24.