Vitor Roque promete, y mucho. En época de mercado, y de Liga brasileña, el delantero de 18 años da que hablar semana tras semana. Por un lado, por su olfato goleador sobre el terreno de juego, y por otro debido a los avances de un fichaje que está al caer para el FC Barcelona. Solo el margen salarial y el Fair Play Financiero retrasan el anuncio oficial. Está previsto que O Tigrinho aterrice en la capital catalana en enero de 2024, una vez concluida la temporada en Sudamérica.
A falta de culminar la operación, Vitor Roque debe elegir qué camino seguir. El joven 9 brasileño destaca por su fortaleza física y su buen golpeo de balón, a pesar de no destacar por altura (1,72). El jugador del Athletico Paranaense es muy ágil con el esférico y le gusta salir del área para recibir y asociarse con los compañeros. Mitos azulgranas como Romario, Ronaldo, David Villa y Luis Suárez ya han hecho historia con anterioridad en el Camp Nou.
Similitudes con Romario
Por altura y fortalezas, el juego de O Tigrinho se asemeja, salvando las distancias, con Romario. El delantero brasileño pasó como un huracán por Barcelona entre 1993 y 1995. Solo permaneció dos temporadas en la Ciudad Condal, pero dejó un grato recuerdo en los aficionados. Su 1,67 de altura le permitía tener un centro de gravedad más bajo y una zancada más corta que superaba rivales como si de conos se trataran.
Para la hemeroteca queda la cola de vaca de Romario ante el Real Madrid en una exhibición del Barça que culminó con manita (5-0). Por su parte, O Baixinho se llevó el balón a casa con un triplete de goles. Para colmo, alzó el título de Liga 1993-94 con el equipo azulgrana y el de Pichichi por sus 30 goles en 33 partidos.
El paso fugaz de Ronaldo
Como Romario, otra estrella pasó de forma fugaz por el Camp Nou un año más tarde. Ronaldo Nazario fichó por el Barça en julio de 1996 a cambio de 15 millones de euros tras deslumbrar en el PSV neerlandés. Poco que objetar a la monstruosa temporada de un jugador de complexión fuerte, como Vitor Roque, y con una rapidez a la par sorprendente. La elasticidad de O Fenomeno le permitía realizar regates de bella factura.
Ronaldo derrochaba goles a su paso, y se marchó de Can Barça en 1997 con el Pichichi, la Bota de Oro y el Balón de Oro bajo el brazo. Aquel jugador iba a comerse el mundo a la altura de lo que han cosechado Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Fueron 34 goles en 37 partidos de Liga 1996-97 y 47 dianas en 49 encuentros oficiales. Solo los graves problemas de rodilla frenaron una trayectoria que ya de por sí fue estelar.
Villa, alumno aventajado de Guardiola
Nos trasladamos al nuevo siglo XXI. Con el permiso de Eto'o, David Villa brilló como una estrella más de la constelación que había ensamblado Pep Guardiola en el Camp Nou. Al lado de Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, Piqué qué podía salir mal sobre un terreno de juego. El guaje cambió Valencia por Barcelona en un traspaso de 40 millones de euros.
Y no defraudó, con 23 goles en 52 partidos oficiales durante su primera campaña. Fruto de un primer año de ensueño, el delantero asturiano conquistó la Liga, la Champions, la Supercopa y la Supercopa de Europa antes de fracturarse la tibia durante el Mundial de Clubes de 2011. En su segundo año en Can Barça decayó su protagonismo. Tras alzar la Liga de los 100 puntos bajo la batuta de Tito Vilanova, Villa fichó por el Atlético de Madrid en verano de 2014.
Vitor Roque tiene en Villa un espejo en el que mirarse, sobre todo a nivel colectivo. El campeón del mundo con España vivió en sus carnes la supremacía nacional e internacional del Barça como club, acompañado de los mejores futbolistas de la historia.
Luis Suárez, el 'Pistolero'
A nivel individual, el modelo a seguir de Vitor Roque en el Barça es Luis Suárez. El Pistolero marcó una época con la camiseta azulgrana, además de ganar todos los títulos posibles. El delantero uruguayo marcó 198 goles en 284 partidos oficiales como culé. Su nombre figura en el tercer escalón de los máximos goleadores históricos del club, solo por detrás de Leo Messi y César Rodríguez. Cualquiera firmaría una trayectoria como la de Suárez a lo largo de seis temporadas en Barcelona.