La directiva del FC Barcelona puede respirar aliviada con Lamine Yamal. La nueva joya de la Masía mantiene los pies en el suelo y respetará los tempos de crecimiento. En términos económicos, el cambio de agente de Iván de la Peña a Jorge Mendes no convertirá las negociaciones por la renovación en un culebrón. En cualquier caso, Lamine no seguirá los arriesgados pasos de Ilaix Moriba en el Barça.
En el pasado mes de marzo, Jorge Mendes adquirió una nueva pieza - de las más cotizadas - de la hornada de talentos de la cantera azulgrana. El súperagente portugués también tiene en cartera a Ansu Fati, Alejandro Balde, Iñaki Peña, y los cedidos Ez Abde y Nico González. Como amigo del presidente del Barça, Joan Laporta, a la entidad le conviene negociar extensiones contractuales con el representante luso. La relación de conveniencia entre Laporta y Mendes ya fraguó fichajes exitosos como el de Deco en 2004, durante el primer mandato del máximo dirigente azulgrana.
Renovación encarrilada
Durante el primer tramo de temporada 2022-23, Lamine Yamal empezó a despuntar como jugador del Juvenil A y en edad de cadete de segundo año. La ascensión meteórica adquirió dimensión mediática cuando a principios de este curso, el técnico azulgrana, Xavi Hernández, contó con la promesa precoz de 15 años para los entrenamientos con el primer equipo.
A raíz del más que interesante debut el 29 de abril ante el Betis, el Barça se apresuró en cerrar su renovación. Precisamente, en el mes de marzo el extremo había cambiado de agente y Jorge Mendes llevó la voz cantante de las negociaciones. El periodista Fabrizio Romano llevó la buena nueva al barcelonismo con la noticia del acuerdo entre el club azulgrana y Lamine Yamal. El canterano de la Masía firmará un contrato hasta junio de 2026.
El próximo 13 de julio cumplirá los 16 años y está previsto que formalice su primer contrato como profesional en el Barça. La espera recuerda a la renovación de Gavi en verano de 2022, pues club y futbolista pactaron aguardar hasta cumplir los 18 años y así poder firmar un contrato de larga duración. De hecho, Lamine sigue la estela del centrocampista y de Ansu Fati como un canterano comprometido y solidario con la realidad económica del club.
Caminos diferentes
El joven valor afincado en Mataró reconoce cuál es su rol como promesa al alza, pero con mucho recorrido por delante. Lamine ha elegido el camino correcto, a diferencia de otro producto de la Masía que quiso correr a pasos agigantados. Hablamos de Ilaix Moriba, cuya etiqueta de estrella le quedó demasiado grande.
El Barça no tuvo más remedio que desprenderse de una de las grandes esperanzas de la cantera por pecar de avaricia. El RB Leipzig apareció a escena en agosto de 2021 y abonó 16 millones de euros por Ilaix. Las prisas corrían en las oficinas de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, el club no tenía más oportunidades de sacar rédito por la venta de Ilaix. El jugador hispano-guineano acababa contrato en junio de 2022 e iba a entrar en el último año de su vínculo con la entidad.
Inicios prometedores
Con 18 años, durante el segundo tramo de la temporada 2020-21 Ilaix empezó a asomar la cabeza en el primer equipo. Ronald Koeman confió en el despliegue físico del internacional guineano, a caballo entre el Barça B y el conjunto entrenado por el técnico neerlandés. Dentro del terreno de juego ofrecía un rendimiento decente, tomando en consideración sus primeros pasos como profesional.
Sin embargo, rápidamente se le subió la fama a la cabeza. La empresa Stellar Group desempeñaba las labores de representación de Ilaix. Incluso el responsable del fútbol base, Brais Lorenzo, administraba el futuro de la joya azulgrana. Hasta que el jugador decidió cambiar de agencia a Rogon, empresa de poco recorrido en el sector.
Estrella estrellada
Con nuevo representante rechazó la propuesta de ampliación del Barça y elevó sus exigencias hasta un salario de seis millones de euros. Y eso que ya destacaba como uno de los sueldos altos con dos millones anuales de ficha.
Con los aires de estrella, Ilaix hizo las maletas en agosto de 2021 rumbo a la Bundesliga, donde se estrelló. Seis partidos en media temporada en Leipzig bastaron para enviar al otrora jugador azulgrana de vuelta a la Liga. El Valencia firmó como cedido a Ilaix media temporada, donde sí encontró más continuidad con una asistencia en 18 encuentros. Este curso también ha contado en Mestalla, de nuevo a préstamo, con un gol y dos asistencias en 28 partidos. No obstante, dista de aquella promesa que apuntaba tan alto en Can Barça.