Un año después del anuncio oficial de separación entre Shakira y Gerard Piqué, la cantante colombiana mantiene el pulso jurídico con el exfutbolista. La celebrity ha privado a su exmarido de la asistencia de los hijos que tienen en común, Milán y Sasha Piqué, a la boda de Marc Piqué, hermano del jugador retirado. La insistencia de la familia Piqué ha sido en vano, pues Shakira no está dispuesta a ceder la custodia de sus hijos para el enlace programado el próximo 23 de junio.
Este es el enésimo desencuentro que protagoniza la expareja, semanas después de que Milan y Sasha protagonizaran y cantaran el nuevo single de la cantante: Acróstico.
De vuelta el 19
El convenio de custodia compartida acordado por Shakira y Piqué estipula que sus hijos debían permanecer en Barcelona del 2 al 19 de junio. Una vez transcurrido dicho período, tendrán que volver con su madre. Las fechas no cuadran con la boda del tío de Milán y Sasha. De todas formas, a través de sus abogados, la familia Piqué ha intentado por todos los medios persuadir a la cantante.
El motivo de la discordia fue la solicitud por parte de Piqué y sus allegados de cinco días más con los hijos del exfutbolista del Barça. Así, Milan y Sasha habrían podido acudir a la boda de Marc Piqué y Maria Valls, y se marcharían de regreso a Miami entre el 24 y el 25 de junio.
Los motivos
A pesar de que Gerard habría propuesto a través de sus representantes compensar dichos días más adelante, Shakira se habría negado en rotundo. Y es que la celebridad latinoamericana querría evitar a toda costa otro encuentro de sus hijos con Clara Chía, la nueva pareja sentimental de Piqué.
Además, otras preocupaciones más urgentes tienen inmersa a Shakira en otros lares. El padre de la cantante, William Mebarak, ha pasado por quirófano en Colombia. La clínica Serena del Mar ha operado al progenitor de la cantante por una hidrocefalia. Al parecer, la intervención ha culminado exitosamente con la instalación de una válvula para detener la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.