Este miércoles se ha conocido una decisión que, quizá, marque un antes y un después en la relación entre árbitros y jugadores en la Liga. El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Madrid ha estimado el recurso del exjugador del Real Betis, Sergio Canales, contra la sanción de cuatro partidos que recibió la temporada pasada por decir que su expulsión contra el Cádiz había sido premeditada.
Mateu Lahoz fue el colegiado encargado de echar a Sergio Canales por una doble cartulina amarilla, cosa que irritó a un futbolista que, hasta la fecha, no entiende por qué se le mostró esa segunda tarjeta en el minuto 97.
Ahora, la sentencia de la justicia ordinaria entiende que han quedado vulnerados los principios de tipicidad, culpabilidad y presunción de inocencia de Canales, motivados por un error de expresión e interpretación en las declaraciones del jugador.
Canales fue hasta el final
Tras conocerse el fallo, Canales podrá competir con su actual club, Rayados de Monterrey de México, en el campeonato Clausura 2024 sin arrastrar ningún tipo de castigo previo. El futbolista acudió a la justicia ordinaria después de que sus recursos no fueran estimados por el Comité, y obtuvo la suspensión cautelar de su castigo cuando ya había cumplido uno de los partidos de sanción.
Por aquel entonces Apelación rechazó los argumentos del jugador debido a la difusión de las declaraciones de Canales en un medio de comunicación, dado que la palabra "premeditada" fue la base para considerarlas como infracción grave según el artículo 106. Luego el jugador acudió al TAD y pidió la suspensión cautelar de la sanción, que le fue denegada. Y una vez acudió a la justicia ordinaria, ahí es donde finalmente vio la luz al final del túnel. Nunca se dio por vencido.
Un antes y un después
La actuación de Canales a la hora de defenderse de una expulsión que consideraba injusta podría marcar un antes y un después en el fútbol español. Por una parte, los colegiados no se verán tan amparados por los órganos disciplinarios de la Federación como para tomar cualquier decisión sin consecuencias, al ver que ya existe un precedente que les deja en mal lugar.
Y por la otra, los futbolistas que consideren que se han tomado medidas injustas contra ellos, no tendrán tantos reparos en llegar hasta la vía ordinaria para buscar justicia. "Los árbitros queremos dar el protagonismo a los jugadores y no queremos equivocarnos, pero si nos equivocamos, que nos entiendan porque somos humanos. Pero nunca habrá mala fe", se ha defendido un Mateu Lahoz que ya no está en activo. Una sentencia, en definitiva, que dará que hablar y se tendrá en cuenta por todos los actores del fútbol de ahora en adelante.