Dos niños jugando a videojuegos en un ordenador / CG

Dos niños jugando a videojuegos en un ordenador / CG

Sucesos

Un joven pasa ocho años sin salir de su habitación para jugar a videojuegos

Cada vez son más los padres que solicitan el internamiento de sus hijos en un centro psiquiátrico debido a sus adicciones

5 marzo, 2020 17:06

Los profesionales han detectado un repunte de casos de violencia doméstica de hijos a padres provocados por causas como las adicciones al alcohol, las drogas o a los videojuegos. La Oficina de Atención a las Víctimas de Vigo atendió, a lo largo de 2019, doce nuevos casos de este tipo, un hecho cada vez más frecuente.

De hecho, lo que más aumenta es el número de padres que solicitan el internamiento voluntario de sus hijos en un centro psiquiátrico. Una acción que, según trabajadores de la misma oficina, se da en diez casos nuevos al mes por jóvenes que se aíslan en su cuarto para jugar a los videojuegos. Uno de ellos es un chico de Vigo que pasó ocho años saliendo de su cuarto solo para ir a la despensa.

Cada vez, más frecuente

Peleas, gritos y violencia entre familiares son las consecuencias que acarrean las adicciones entre jóvenes. Aunque el perfil general no es tan joven como se tiende a pensar, ya que la mayoría de estos casos se da en varones adultos que viven con sus padres, están en el paro y buscan una salida encerrándose largos periodos de tiempo en sus habitaciones.

Este tipo de conflictos suele partir de la presión que generan los progenitores para que sus hijos busquen trabajo y se reincorporen a la sociedad. Lo que muchos padres ignoran es que la propia adicción deriva en comportamientos agresivos por parte de sus hijos y que son los brotes de un trastorno mental manifiesto.

Faltan soluciones efectivas

La solución a este fenómeno, aunque provisional, pasa por la solicitud de los padres de internar voluntariamente a sus hijos en centros psiquiátricos para superar la adicción. Otros padres, desesperados, optan por denunciar a sus hijos para cortar los conflictos de raíz. No obstante, ni los internamientos ni las denuncias suelen tener un largo recorrido, pues los padres terminan por echarse atrás y los hijos por regresar a casa, al mismo punto de partida.

Los profesionales demandan mayores inversiones para buscar una solución a esta problemática en auge por la que cada vez se ven afectados un mayor número de jóvenes. Solo en Vigo se atendieron más de 8.800 personas el año pasado que buscaban información o asesoramiento ante situaciones violentas. 140 víctimas de violencia de género, cinco de abusos y dos de acoso, además de las doce por violencia doméstica.