Sergio Dalma: “Me dio mucho miedo no poder salir del éxito de 'Bailar pegados'”
El cantante sigue con su gira de conciertos y hace balance de sus más de 30 años de carrera en el mundo de la música
7 agosto, 2021 00:00Sergio Dalma (Sabadell, 1964) está de gira por toda España con su disco 30 y tanto. El disco es de 2019 y el tour empezó en 2020 y tuvo que detenerlo por la segunda ola del Covid. Pese a todo, ama salir a la carretera.
La pasión es tal que el pasado fin de semana se vio envuelto en una polémica en Murcia por la que ha pedido perdón. Emplazó a los espectadores a levantarse de sus sillas y amenazó con detener la actuación si los organizadores lo impedían. El revuelo ha sido mayúsculo.
Explicaciones
“Estamos en un momento de mucha crispación, la gente está muy susceptible”, explica a Crónica Directo. “Tal vez hice mal en decirle a la gente que se pusiera de pie, aunque llevaran la mascarilla, porque lo de la mascarilla es clave. En ningún momento quise torpedear al festival, al contrario, hemos de tirar adelante”, señala. “Y si alguien se ha sentido ofendido, pido disculpas. Mi ánimo no es torpedear nada, es un trabajo que nos interesa a todos”, añade.
Hasta en dos ocasiones se excusa cuando se le pregunta al respecto: “Cómo no voy a pedir perdón si lo que quiero es que todo se normalice”. “Aun así, a veces las cosas toman una dimensión peligrosa”, dice en relación con las acusaciones de negacionista y otros insultos que ha recibido a través de las redes sociales.
Repaso a su carrera
Más allá de este momento, el artista sigue adelante con su gira y no tiene pensado detenerse, a no ser que la pandemia le vuelva a obligar. Por si acaso, ya tiene un nuevo disco grabado y a punto de ver la luz a finales de año.
En una conversación telefónica con este medio, el catalán repasa sus más de 30 años en el mundo de la música, valora cómo ha sido su evolución en todo este tiempo y reitera sus ganas de seguir avanzando y subiendo a los escenarios. Próxima parada: el festival Terramar de Sitges, este domingo 8 de agosto.
--Pregunta: ¿Qué significa para usted actuar en Sitges?
--Respuesta: Yo vine a Terramar la primera o segunda vez que se hizo. Y cantar en tu casa o cerca de ella siempre hace ilusión. También es mucha responsabilidad, pero son de esos conciertos que gustan. Ahora, estamos inmersos en el verano y volver a pisar Sitges nos alegra mucho.
--Regresa aquí con una gira de celebración por las más de tres décadas que lleva en el mundo de la música. ¿Esperaba llegar hasta aquí?
--Yo soñaba con ser cantante. Y pensaba en dedicarme profesionalmente cuando a partir de los 16 años empecé con orquestas, jingles de publicidad, radio y televisión. Luego grabé mi primer disco y pensé, “bueno, ahora volveré a hacer lo que hacía”, y resultó que no. Y hablamos ya de 30 años. No, ni mucho menos te lo planteas. Y viendo como cambia todo, aún lo valoras más.
--¿Cuándo sintió que era ya un cantante de éxito? ¿Fue con Eurovisión, con Esa chica es mía, más adelante?
--El hecho de ir a Eurovisión marcó un antes y un después. Por aquel entonces era un festival que lo veía toda la familia y fue muy importante, la gente me empezó a conocer mucho más y fui más popular. Pero siempre he buscado hacer lo que me gusta, que es cantar y subirme a un escenario, tener más o menos éxito lo pones en segundo lugar. Quieres evolucionar, no estancarte. Hablamos de Bailar pegados, y a mí me dio mucho miedo no poder salir de ese éxito. Y hemos ido avanzando, tú cambias y tienes ganas de nuevos retos.
--En este camino ha vivido algunos altibajos, ¿cómo se viven?
--Tiene que haberlos, no todo puede ser plano. Considero que es necesario. No siempre aciertas en un disco, ni estás en el número uno, lo importante es estar allí y hacer lo que te gusta. A veces has hecho un disco más personal que no ha gustado tanto al público, pero ha cubierto unas expectativas y una etapa que fuera así. Aun así, 30 años es una cifra suficientemente importante para valorar todo lo que ha pasado y el balance es positivo.
--Habla de su evolución y la del mundo de la música. Empecemos por esta última, ¿cómo has visto los cambios en el sector en estos 30 años?
--La sociedad ha cambiado y ahora vivimos todo de una manera muy inmediata. Las redes sociales han marcado mucho la pauta de nuestro día a día. Antes, ahorrábamos para poder comprarnos un disco y escuchárnoslo de arriba a abajo en casa varias veces. Ahora ya no hacemos este ejercicio de escuchar todo el disco de un artista, compramos canciones. Vivimos muy deprisa, todo es muy efímero. Curiosamente, por eso, también se consume mucha música. La gente la escucha de otra forma, se ha cogido la costumbre de ir a los conciertos, cuando antes muchos eran gratuitos y eso dañaba a la industria. Cada época ha tenido todas las cosas buenas.
--En esta última se vislumbran cambios. Donna, que está dentro del disco 30 y tanto, se aparta de la balada que lo caracteriza, ¿Tiene previsto pasar a otro registro?
--Cuando estoy en un estudio de grabación, siempre pienso: “¿pero suena a Dalma?”. Una cosa es evolucionar, pero sin perder tu esencia. En ningún momento pretendo captar la atención de un público nuevo y más joven, porque es antinatural. Prefiero seguir con mi esencia, como se notará en el próximo disco, que saldrá a finales de año, pero siempre sonando a Dalma y sin que se te vaya la cabeza.
--Por el momento, retomó la gira del disco de los 30 años que tuvo que cancelar el pasado año, y con la que está recorriendo ahora España. ¿Ha sentido cierto temor a que pasara como en 2020?
--Todos vamos con cierto miedo, creo. Casi todo el mundo ha tenido algún caso cercano o familiar que ha muerto por el Covid. Nos ha asustado mucho a todos. Nos ha hecho pasar momentos muy trágicos. Cuando intentas recuperar tu día a día, claro que vas con miedo, aunque lleves la pauta completa como yo. Pero hemos de procurar, a raíz de los conciertos, animar a la gente y que puedan disfrutar y liberarse, aunque sea por un momento, de todo lo que ha pasado.
--Usted mismo ha dicho en alguna ocasión que tuvo bajones.
--Como todos, creo. Esa sensación de impotencia delante de una situación que parece surrealista, de película, hace que haya momentos de todo y que te plantees muchas cosas. Afecta.
--¿Cree que se ha gestionado bien a nivel cultural? ¿Considera, como dicen algunos artistas, que la música ha sido la gran perjudicada?
--Evidentemente que sí. Nosotros arrancamos una gira, llevábamos 11 conciertos. Tuvimos que cortar y hemos estado completamente parados durante 14 meses. Claro que hemos sido muy perjudicados, y todavía nos está costando mucho. Hay veces que ves una serie de reglamentaciones que resultan incongruentes: ves un vagón de metro a rebosar y parece que con los conciertos nos putean. Lo importante es que entre todos tiremos hacia adelante: ayudemos al empresario, los que apuestan por un ciclo de música en vivo… Pero evidentemente que hemos resultado perjudicados.
--Pese a todo, usted no desiste y anuncia un nuevo disco para finales de año, ¿nos puede hacer un adelanto de cómo será?
--Este disco ha nacido precisamente durante el confinamiento. Vimos que teníamos que mirar al futuro y ser optimistas y, precisamente, así fueron todas las canciones que nos llegaban de los autores: un canto a la vida, muy coloristas. Será un disco que animará a la gente y que muestra un Sergio Dalma diferente, más actual, una tendencia que marcamos con Donna y El diablo dentro.
--¿Habrá colaboraciones?
--No, de momento, no está pensado.
--¿Y alguna canción en catalán?
--Sí, hay un par de versiones en catalán. Nos hacía mucha ilusión recuperarlas porque, en un futuro, la idea es hacer todo un disco de canciones inéditas en catalán. Estamos preparando cosas en este sentido.
--¿Por qué no entró antes a cantar canciones en catalán?
--No te engaño, yo estaba en Poligram, que pertenecía a Universal, y había un director y muy buen amigo mío, Josep Maria Broc, que me preguntó al respecto. Pero al pertenecer a una multinacional era un poco complicado. Gracias a él pudimos hacer Deixa’m oblidar-te. Y sí, siempre tuve esa asignatura pendiente que tengo muchas ganas de cumplir. Estamos cerca.