Rocío Carrasco, sobre la exclusiva de Olga Moreno: "El que avisa no es traidor y yo lo avisé"

Rocío Carrasco ha vuelto con más fuerza que nunca. La hija de Rocío Jurado ha reaparecido en Sálvame para opinar sobre la separación entre Antonio David Flores y Olga Moreno y lo que ha explicado la sevillana en exclusiva en la revista Semana: "El que avisa no es traidor y yo lo avisé".

La de Chipiona ha hablado con Jorge Javier Vázquez para promocionar el segundo concierto de Mujeres cantan a Rocío Jurado, que se celebrará el próximo 11 de mayo a petición de la Junta de Andalucía. Con todo, ha asegurado que ella ya predijo que se produciría la separación y se ha atrevido a opinar sobre ello: "Ni fu ni fa, como comprenderás".

La advierte

Carrasco ha admitido que no ha leído la entrevista pero, por todo lo que se ha dicho en las últimas horas, solamente tiene un deseo y un mensaje para Olga: "Espero y deseo que se dé cuenta de las cosas antes de que lleguen a pasar y sea demasiado tarde". Una clara acusación a su exmarido: "El modus operandi es el mismo y el personaje no cambia". 

La hija de la Jurado continúa insistiendo en que Antoniodá "sigue un mismo patrón", haciendo referencia a las mujeres de su vida, por lo que, lo mismo que le hizo a ella con Olga, se lo está devolviendo a la ganadora de Supervivientes 2021 con Marta Riesco. Es por eso en que no duda en señalarlo directamente: "El ser sigue ejerciendo violencia vicaria sobre mi". 

No habla de sus hijos

Es por ese motivo que no puede ni quiere hablar sobre sus hijos: "Sobre mi hijo no puedo decir nada porque hay un proceso judicial que el ser me ha impuesto. Además, se enfrenta a un delito de prisión por supuesto delito de alzamiento de bienes. La fiscalía le pide tres años y nosotros le pedimos cuatro". 

Así las cosas, Carrasco ha preferido no opinar sobre cómo le está afectando esta separación a su hija, Rocío Flores: "En su día dije que la iba a dejar al margen y no voy a comentar nada de ella". Lo único que ha dejado entrever a los colaboradores es que no se la crean demasiado, porque el enfado con su padre le puede durar solamente cinco minutos.