Sara e Iker

Sara e Iker

Famosos

Iker Casillas y Sara Carbonero se separan tras 11 años de relación

La pareja llevaría vidas por separado desde antes de Navidad, según 'Lecturas'; de hecho, Iker ya habría abandonado el domicilio familiar

10 marzo, 2021 09:39

Tras varios meses de rumores sobre un posible divorcio entre Sara Carbonero e Iker Casillas, la revista Lecturas confirma en exclusiva que la pareja ha puesto fin a su historia de amor.

La noticia llega tan solo tres semanas después de que la periodista deportiva abandonase el hospital, donde tuvo que ser operada de urgencia por causas que todavía se desconocen. Tras varios días ingresada, la pareja abandonó la clínica en el mismo coche. Un hecho que hacía presagiar que no existía ninguna crisis entre ambos.

Vidas por separado

Sin embargo, tal como anuncia este miércoles la publicación, el matrimonio llevaría varios meses viviendo por separado. Mientras que Sara se habría quedado en la vivienda que la familia tiene en La Finca (Madrid), el exguardameta habría alquilado una casa muy cerca de la que residen su mujer y sus hijos.

Una decisión que se habría tomado con el objetivo de que los pequeños, de 4 y 7 años, sufran lo menos posible en la separación de sus padres. Por si fuera poco, la pareja habría pasado las navidades por separado. Mientras que Iker puso rumbo a Dubái para asistir a la ceremonia de los premios Globe Soccer, la toledana se desplazó hasta el pueblo de su familia para pasar las fiestas con ellos.

A la espera del comunicado oficial

Pese a que todavía no hay confirmación oficial por parte de ninguno, todo apunta a que en los próximos días se emitirá el comunicado de su separación. No obstante, cabe destacar que la última vez que se les vio juntos fue a principios de marzo, cuando la pareja salió a comer con una de las mejores amigas de Sara y su marido. Se trata de la también periodista de Telecinco Isabel Jiménez.

De confirmarse su separación, los Carbonillas pondrían fin a una bonita historia de amor que se oficializó con un beso que Iker le robó en 2010 y que hizo vibrar a España, minutos después de que la selección se proclamase vencedora del Mundial de Sudáfrica.