Gema López, acusada de pactar las fotos de sus vacaciones /TELECINCO

Gema López, acusada de pactar las fotos de sus vacaciones /TELECINCO

Famosos

Gema López, acusada de pactar las fotos de sus vacaciones

Una trabajadora de una revista asegura que la periodista decide las fotos y los textos que se van a publicar en sus ‘robados’ veraniegos

17 agosto, 2021 13:13

El programa de las tardes de Telecinco sigue dejando al descubierto las grandes mentiras de sus colaboradores. De hecho, Sálvame, este verano, se ha propuesto tirar de la manta y revelar todos y cada uno de los tejemanejes de sus trabajadores mediante una nueva sección, La gran mentira. La última en sufrir sus consecuencias, Gema López.

La periodista, especializada en prensa cardíaca, ha sido víctima de sus propios compañeros. Y es que, año tras año, López es portada de las publicaciones más rosas de tu quiosco mientras disfruta de sus vacaciones en la playa. Sin embargo, nada es tan casual como parece.

Robados, pactados

Al parecer, todos y cada uno de estos falsos robados, son orquestados por la propia colaboradora. Según una confidente que trabaja en la revista Semana, la propia Gema se encargaría de pactar con los fotógrafos la realización de estas instantáneas: “He sido testigo de cómo esas imágenes se han seleccionado, Gema sabe qué día van a ser tomadas”.

En este sentido, el control de la situación de la periodista sería tal que incluso llegaría a saber qué textos acompañaran las imágenes. “Sabe cuántas fotos se han hecho, tiene poder de decisión a la hora de decir qué fotos van a ver la luz”, añadía la confidente mientras remarcaba que la autoridad de la madrileña es “bastante grande”.

Gema lo niega todo

Algo que la acusada ha desmentido por activa y por pasiva: "Ni he cobrado jamás, más que por mi trabajo, ni jamás a mí se me ha enseñado una foto antes para decirme cuál quiero". 

Lejos de dejarlo aquí, la periodista revelaba la surrealista y molesta escena que vivió días atrás durante sus días de asueto en la isla de Mallorca. Según cuenta, el primer día cogió el coche a las ocho de la mañana y 15 minutos después le estaban llamando a través de la ventanilla. “No reaccioné bien porque estaba preparando una sorpresa para uno de mis familiares”, ha explicado.