Canales Rivera en silla de rueda en su salida del hospital

En silla de ruedas pero con una sonrisa de oreja a oreja. Así ha salido Canales Rivera del hospital tras ser operado hasta dos veces tras su última cogida en la plaza de Retuerta del Bullaque (Ciudad Real).

La preocupación se instauró desde ese momento. La lesión fue en la zona de la ingle, y afectó a la parte escrotal, asegura uno de sus mozos, y la pérdida de la sangre hizo que tuviera que ser intervenido antes de llegar al centro hospitalario.

Dos operaciones

A la llegada a la clínica ya se supo que la vida del diestro no corría peligro, pero tuvo que ser operado de nuevo. Fuera de la gravedad, han pasado menos de 48 horas hasta que el torero recibiera el alta. Ahora, como él mismo admite, le toca tener paciencia.

Para los que se preocupan por cómo está, confirma que está "bien, muy bien. Gracias a dios, todo ya organizado. Dolorido, pero bien". Aun así, admite que "el susto ha sido terrible, pero estas cosas cuando uno se viste de torero, pasan".

Llamadas varias

El colaborador de Sálvame recuerda que en el momento de la cogida no quiso imaginar qué podía pasar, simplemente se concentró en lo que era importante: "Bueno, no piensas. Yo, cuando me vi boca abajo, pensé 'empezamos otra vez', pero no se te vienen cosas a la cabeza y como entras en esa concentración pues lo que intentas es solventarlo lo mejor posible, pero se hace lo que se puede".

Los que sí pensaron todo tipo de cosas fueron sus familiares y compañeros de trabajo que no han dejado de preocuparse por él desde la cogida. "He recibido llamadas y mensajes de todos. No he abierto ni el teléfono porque ayer estaba con un dolor de cabeza tremendo. Isabel sí ha hablado con Kiko y Caye, además de con muchísimos compañeros de trabajo. Contento de que estén pendientes".

Cuidados y recuperación

Canales también ha tenido palabras para la persona que no se ha separado de él en todo este momento, su pareja, Isabel Márquez. "Si el campeón soy yo, ella no os quiero ni contar. Ha estado las 48 horas a mi lado cuidándome, haciéndomelo todo lo más fácil posible”.

Por ahora, no se sabe cuándo podrá volver a hacer vida normal, ni si tendrá que usar silla de ruedas o muletas para conseguir desplazarse en pocos días. Tampoco si regresará en los próximos días a la televisión. A los ruedos, puede tardar, “pero es muy significativo que sólo 48 horas después me den el alta. Es para estar todos contentos", concluye.