El actor y humorista Leo Harlem

El actor y humorista Leo Harlem JOAN COLÁS

Famosos

Un humor 'como Dios manda'

Leo Harlem rompe estereotipos sin perder su esencia: "Hay mucha cultura del yo y la gente se ofende por cosas mínimas"

8 junio, 2023 23:40

Los tópicos pueden hacer mucho daño. Los estereotipos, los clichés pueden no hacernos ver más allá y provocar que nos perdamos la oportunidad de conocer gente interesante o de disfrutar un film Como Dios manda.

Esta es el título de la nueva película protagonizada por Leo Harlem, encargada de cerrar el Festival de Málaga y que llega a nuestras pantallas en el mejor momento, en el llamado mes del Orgullo.

¿Cuadrado y homófobo? 

A esos que les resulte extraño leer esto acerca de una película con el famoso cómico cae, precisamente, en los tópicos. El actor da vida a Andrés Cuadrado, un funcionario de Hacienda que hace honor a su apellido. Cumple la ley a rajatabla, sin ver la parte humana. Y no sólo eso, además está chapado completamente a la antigua, machista, homófobo y con un nivel de LGTBIfobia que es incapaz de hablarse con su hijo trans.

Pero atentos, porque el castigo que se le impone, a pesar de ser duro para él. Va a romper esa carcasa heredada de unos tiempos pasados que, por mucho que se diga, no fueron mejores, sobre todo, si de libertades se habla.

Cuadrado no lo tendrá fácil. Es derivado al ministerio de Igualdad y allí no se acepta ni una mala palabra. Todos los personajes son tratados desde el cliché, desde la parodia más absoluta y quien se quiera ofender por ello, lo hará, pero no podrá ver más allá. Algo que sí hace el personaje.

El mismo Harlem reconoce que el personaje, en su origen, es odioso. “Nosotros mismos había veces que en el rodaje parábamos y decíamos, pero bueno, ¿qué cosas dice este tío? Asusta al miedo. Es como Scrooge”, acaba comparándolo. Pero como en el cuerpo de Dickens y como buena comedia de humor blanco hay moraleja. El mismo personaje “te lleva al otro lado y te hace ver que cambiar es bonito y rectificar es de sabios”.

Atractivo 

Eso es precisamente lo que le gustó de Cuadrado. “Me pareció un personaje que tenía un recorrido de 180 grados, porque cambia totalmente, y está muy bien, es muy divertido”.

Harlem define a su personaje como una de “esas personas que son irreductibles en algunos aspectos”, pero que “también aportan mucho en otras cosas”. El ejemplo de este funcionario es claro, porque son de esos hombres que “tienen mejor una capacidad de determinación mayor, no dudan tanto, porque luego son muy profesionales”.

El humorista Leo Harlem

El humorista Leo Harlem EFE

 

El problema es que muchas veces no queremos que “la gente estricta también tiene sus virtudes y eso es bonito, es un tema de convivencia”. Y no, no se trata de salvar a nadie ni cualquier pensamiento “cada persona aporta en sus virtudes y en sus defectos negativizan”, señala.

Tal vez, como se muestra en la cinta el hecho es hacer cambiar el mundo del 0 al 100 y no comprender que no todo el mundo puede adaptarse a esa velocidad y sin un ápice de crítica. “No podemos juzgar lo que hacían nuestros abuelos y nuestros padres con ojos de ahora, porque hemos pegado ese giro”, considera.

Intolerancia 

El humorista es de los que condena la existencia de esas personas tan cuadriculadas y que vive en el pasado, porque la vida real es diversidad y nadie quiere volver atrás. Pero no se puede olvidar que esas personas existen, aunque “cada vez hay menos”, se muestra convencido el actor.

Sin justificar a nadie, recuerda que esos pensamientos intolerantes y cerrados tienen que ver mucho con el “entorno en el que te has criado, las familias. El rollo personal, laboral, también marca mucho”.  Tiene claro que “son gente que vienen de otros conceptos de vida, pero también van cambiando”. El tema es poderlo hacer “de forma natural y sin tremendismos”. Y el humor ayuda a ello.

Fotograma de 'Como Dios manda'

Fotograma de 'Como Dios manda'

 

Por ese motivo Leo Harlem se muestra convencido de que esta película puede generar más debate que “una película sesuda” y lo mejor de todo, hacerlo entre familias que pueden ir a ver juntos como Dios manda.

“Hay un dicho castellano que dice: se cogen más moscas con miel que con hiel. Porque cuando estás encabronado te radicalizas más. En cambio, si enfrentas esto de manera natural y más ligera, crece y queda más humano. Incluso una película como esta puede generar más comentarios y debate que otra más sesuda”, sentencia.

Crispación y ternura 

El problema es que, por muchas comedias que se hagan, el ambiente sigue crispado y polarizado y “el panorama para hacer humor está complicado”, asevera. Aun así, hay un rayo de esperanza.

“Cuando entran elementos como la ternura, los niños y se abordan las cosas de forma natural y simple, cala y se puede hacer. Pero partiendo de posiciones muy radicales, que es lo que está sucediendo, es muy conflictivo, genera mucha polémica”, reflexiona.

El actor Leo Harlem

El actor Leo Harlem ÁLEX ZEA Festival de Málaga

 

El humorista va más allá y tiene claro que el problema actual se debe a “una polarización total y atomización” de la sociedad y de sus posturas. “Ahora con el tema de las redes sociales, hay mucha cultura del yo y la gente se ofende por cosas mínimas”, prosigue. “Hay que entender que el humor tiene un tono y que, si no gusta, pido disculpas, pero que se entienda que se hace sin intención de ofender”, se defiende mientras justifica también a los de su gremio.

La solución no es otra que “reflejar una realidad que está pasando, pero tratarla con humor y no entrar a la discusión al enfrentamiento” tal y como sucede ahora y que, para él es la causa por la que “el humor se está complicando”.

Mensaje 

No se trata de no poder quejarse, “todo el mundo tiene su derecho a ofenderse, pero que no lo vean más allá. El problema es cuando se quiere hacer de abogado del diablo y hablar en boca de otras”, concluye.

¿Por qué se hace todo eso? Seguramente por algunas de las razones que aporta el cómico en esta conversación con Crónica Directo. Otra causa puede ser por eso que hablábamos de los clichés con los que la película juega para desmontarlos. Como el humor desmonta esas posiciones radicales (si es que se dejan). Como la película de Leo Harlem, que puede por muchos que se pueda pensar que es “una españolada” del siglo XXI tiene un mensaje como Dios manda, de entendimiento.