India Martínez (Córdoba, 1985) deja la música para subirse a las tablas, pero sólo por un rato y no del todo. Que los fans no se asusten. La cantante lleva a Madrid la última creación teatral de Carlos Saura, en la que trae a Lorca a la actualidad de la mano de la andaluza.
El estreno se ha visto empañado por la muerte del cineasta, pero, como señala la artista, Lorca por Saura se ha convertido ahora en un homenaje doble, al poeta y al realizador. Él apostó por ella y le dio esta oportunidad que nunca olvidará.
La obra y el golpe
Sobre el montaje, el texto narra la vida del poeta, pero a través de los ojos de una mujer de hoy. Es ella, que no India, quien recrea los momentos clave de la vida del granadino, desde su infancia en la Vega de Granada hasta su fusilamiento durante la Guerra Civil.
Crónica Directo habla con la cantante y ahora actriz a pocos días de la muerte del director de cine, con una mezcla de alegría, por el estreno y la confirmación de que su último álbum es disco de platino, y el dolor por la pérdida de un maestro como Saura.
--Pregunta: ¿Cómo va a continuar ahora la obra?
--Respuesta: Pues es una mezcla de sensaciones. Estaba deseando que llegara el momento, pero no así, claro. Entonces es como una mezcla de ilusión con un poco de rabia y tristeza. Pero bueno, hay que sacar la parte más bonita y, si ya era algo muy especial el hecho de disfrutar de la obra de Lorca y de Carlos en cada escenario, ahora va a ser diez mil veces más porque vamos a seguir paseando su legado y su obra incluso después de su partida. Ha pasado ahí ese relevo para que siga más presente y más vivo que nunca.
--¿Diría que se convierte casi en un homenaje doble?
--Claro, claro. Si ya le estábamos homenajeando con toda su obra y paseándolo, claro, ahora doblemente.
--¿Cómo fue esa llamada de Saura y cómo la convenció para dar el sí?
--Pues me convenció Carlos en su casa. Quedamos para hablar del proyecto y me contó esa visión que tenía, cómo sería el papel que quería que interpretase, de qué manera... Me enseñó algunas de las canciones que ya tenía pensadas, el guion se estaba adaptando, terminando. Y bueno, cuando me lo contó y cómo me lo contó, con tanta ilusión, me impresionó y no pude decir que no, al revés. Era como un sueño cumplido el hecho de poder trabajar con él.
--¿Daba vértigo?
--Un poquito, sí. Ahora ya es una gozada.
--¿Se ve cómoda ya como actriz?
--Mínimo para esto, que es lo que me he preparado. Me siento plenísima y segurísima. Disfrutándolo mucho. Al principio me dio mucho vértigo y un poquito de miedo y de respeto, porque yo soy cantante y aunque está relacionado con el mundo de la interpretación, porque al final también cada canción es meterse en una historia, el teatro es una disciplina que tienes que prepararte muchísimo. Yo reconozco que no tengo esa preparación como el que lleva estudiando toda la vida para ello. Pero hay cierta conexión con el mundo Lorca, con la poesía, con el flamenco, con la música en general. En esa interpretación, que es como que todo va enlazándose, eso sí soy yo.
--¿Cómo ha sido esa preparación y cómo es su relación con Lorca?
--Pues me he puesto a currar muchísimo porque claro, me llega un guion de más de 50 páginas y digo, “¡madre mía!, ¿dónde me he metido yo? ¿Esto qué es?”. Yo esto no me lo esperaba, no sabía si iba a ser capaz de esto. Yo me veía como, necesito para esto un año mínimo y sin hacer otra cosa. Después cuando me puse a estudiar Lorca vi que no era tanto y que podía con ello. Me dejé de promoción y eso que sacaba nuevo disco para estudiar, me puse con Mónica Vich, con mi coach, que me da herramientas y tantos consejos. Está siendo maravilloso. Además, a mí gusta aprender, estoy predispuesta a no quedarme estancada en ningún lugar, porque eso no trae nada bueno nunca. El movimiento es vida, siempre lo digo. Me está aportando muchísimo esta experiencia. Entonces, entre que quería dar la talla para que Saura estuviera contento y para que la interpretación de Lorca fuese bien, me puse a trabajar con ella. Empezamos poquito a poco con los textos, la memorización, el trabajar un camino neuronal para que no tuviera que pensar y tuviera que acordarme de los textos, para interiorizarlos. Y ya después de eso, a darle naturalidad. Ella me está enseñando como nadie.
--Igual la vemos nominada a los Max.
--Quién sabe. A mí me está gustando el teatro. Además, pienso que es como hay que empezar, desde los cimientos, la base, ahí por lo menos estoy dando todo de mí y empezando por donde se tiene que empezar. Desde la esencia y con los mejores, con Saura, que por desgracia en estos dos días nos ha dejado y nos ha dejado a esta familia. A todos nos ha dejado huérfano porque estamos emocionadísimos con el proyecto.
--¿Cómo lo vivió él?
--Por los mensajes que me ha ido mandando, sus vídeos, estaba súper contento de cómo estaba yendo todo. Estos días que estaba delicado, iba viendo la evolución de los últimos ensayos y la última puesta en escena de estos preestrenos que hemos hecho desde su casa.
--¿Y el público qué se va a encontrar?
--Es una mezcla de esa luz y de esa espontaneidad que tenía Lorca, de esa alegría, mezclado con su arte, con su poesía, visto desde mis ojos, que yo también soy muy lorquiana y muy de Saura también. Hay un mundo precioso en el que me siento súper cómoda, súper inspirada, y van a ver mucha inspiración, incluso elegancia, saber estar, expresión corporal. He intentado acercarme todo lo que puedo a cómo lo sentiría él, cómo lo diría, cómo lo pensaría.
--¿Pero diría que es un musical?
--Es la vida de Lorca. India no aparece por ningún lado. Solo mi voz, porque claro, se conoce mi voz y mi forma de cantar, pero está totalmente adaptada a canciones de la época, a esos viajes, a Argentina, Nueva York. Y están Buñuel, Dalí, todos ellos. Y esos viajes también maravillosos que tanto inspiraron a Lorca.
--¿Y que nos explica esta de Lorca con tanto que se ha representado?
--Lorca iba como adelantado a su tiempo y siempre hay que volver a nuestras raíces. Esa pasión por lo que nos rodea, que a veces no lo vemos. Estamos enfocando para otro lado y no nos empapamos de la belleza que sale de nuestra música popular, por ejemplo. Ni de nuestros paisajes, ancestros, sabios; de la poesía, del flamenco. Todo eso representa. Esa esencia que no se debe perder nunca. Saura lo trae a día de hoy para recordar en lo que nos tenemos que inspirar. Rescatar ese teatro auténtico que refleja lo que somos como sociedad. Es bonito que un regreso al pasado para seguir mirando hacia adelante tenga cabida en esta sociedad.