Kiko Matamoros partía como uno de los grandes favoritos de esta edición de Supervivientes, pero, después de 72 días de aventura y de ser salvado por la audiencia hasta en nueve ocasiones, este domingo perdía la batalla contra Marta Peñate, convirtiéndose en el último expulsado del reality.
El colaborador ya ha regresado a España y este martes aterrizaba en el aeropuerto de Madrid procedente directamente de Honduras a primera hora. Delgadísimo y muy bronceado, Kiko ha vestido una camisa, una sahariana en verde caqui, gorra y gafas y ha lucido unos enormes auriculares para no recibir nada de información de la gente hasta ofrecer la primera entrevista en plató.
Llegada a Madrid
Muy serio y con aspecto cansado, el padre de Laura Matamoros ha abandonado la terminal del aeropuerto sin hablar. Será este jueves cuando el colaborador de Sálvame se reencontrará con su familia y su pareja Marta López Álamo en directo en Telecinco.
"Muchísimas gracias de corazón a todos, a la organización, a los compañeros, a los presentadores,... Ha sido una experiencia estupenda y espero no haber defraudado demasiado y haber compensado el apoyo que la gente me ha dado en su momento", se despidió el televisivo del resto de sus compañeros desde la isla.