La decisión de la justicia de exonerar a Juan Carlos I de todas las acusaciones vertidas contra él no ha sentado muy bien a Jorge Javier Vázquez, quien sospecha incluso del momento elegido para lanzar su veredicto.
“Han aprovechado para dar a conocer el resultado de las investigaciones cuando se declara la guerra en Ucrania. Entre los terribles bombardeos y las imágenes de gente huyendo con lo puesto de sus casas lo del eey ha pasado casi de puntillas. Ha tenido suerte hasta para eso”, señala.
Dardos
Como él mismo detalla, “Juan Carlos I ha conseguido salir totalmente indemne de su batalla con Hacienda. Al menos judicialmente”. Existen delitos que pese a haberse cometido ya han prescrito, otros por los que no se puede juzgar “porque era inviolable y las demás por las más peregrinas razones”, lamenta.
“Al final, al rey emérito le toca a devolver”, bromea mientras reclama a los defensores del monarca que se dejen de señalar a los que lo acusaron. “Una cosa es que la justicia lo haya absuelto y otra bien distinta que nos parezca excesivo que después de lo que tenía encima se vaya de rositas”, argumenta.
Falta de ejemplaridad
El presentador de Sálvame considera que no es “sano” que don Juan Carlos “no haya recibido ningún castigo”. A su parecer, “incrementa en la ciudadanía la sensación de que la justicia no es igual para todos. Que todavía existe gente que vive por encima del bien y el mal y que haga lo que haga no será castigada”.
“Malo si la sombra de la duda se cierne sobre la justicia”, apunta. Y es que el catalán plantea que “si esto ocurre con el rey emérito, qué no podrá llegar a ocurrir con otros personajes poderosos de este país”.
Derrotado
Con todo ello, JJ asegura que le queda “una extraña sensación de derrota. “Como si desde el principio hubieran estado mareando la perdiz sabiendo que al final todo acabaría en agua de borrajas”, compara.
No es el único famoso que ha puesto el dedo en la llaga sobre el asunto de Juan Carlos I. Hace apenas dos días, Mercedes Milá, no sólo pedía explicaciones al padre de Felipe VI, sino que tachaba de “chulería” la misiva posterior en la que el emérito afirma que se queda en Abu Dabi y hará “frecuentes” visitas a España. “No me parecido una carta de alguien que quiere paz”, sentencia.