Kiko Rivera viajó a Nepal con Jesús Calleja y su programa hace unos meses, pero no fue hasta este domingo que Cuatro emitió la entrevista tan especial. Tan sincero como siempre, el Dj no pasó ningún tema por alto y habló como nunca de su adicción a las drogas, de su relación con su madre y del dineral que despilfarró en el pasado por sus malos hábitos.
Un viaje que realizó el pasado mes de abril, cuando la relación con la tonadillera parecía completamente insalvable, y en el que Kiko ha confesó que, tras Cantora: la herencia envenenada, tuvo una recaída en sus adicciones de la que afortunadamente logró salir por sus hijos y gracias al apoyo incondicional de Irene Rosales.
Apoyos
"Salí de las drogas, sobre todo por mi mujer. Irene es de lo más importante que tengo en mi vida junto a mis hijos", desveló el Dj, contando a Calleja que fue la sevillana quien, desesperada, llamó a Isabel Pantoja para contarle el problema que tenía su hijo. "Lo correcto hubiese sido entrar en un centro de desintoxicación, pero tenía miedo a que la gente se enterase. Decidí irme a una casa que tiene mi madre en El Rocío", explicó.
El artista no dudó en cargar contra su madre y culparla duramente de sus adicciones: "Fue la única vez sentí a mi madre a mi lado. Luego no volvió a preguntarme nunca más cómo estaba, cómo me sentía, si lo había vuelto a hacer o no... Si mi madre hubiera estado más atenta, yo no hubiera tenido cientos de recaídas".
Guerra con su madre
A pesar del dolor que sentía Kiko reveló que el amor no se pierde: "Sigo amando a mi madre, era mi ejemplo a seguir y tengo que asimilar todo lo que está pasando". "No soy el hijo perfecto, pero jamás he tenido una palabra hacia ella, hasta que por mis propios ojos vi que la que no me respetaba era ella", añadió.
"Si quieres que hablemos de amor, tenemos que hablar de mi abuela, no de mi madre. Esa era la que me daba amor. Ser madre no solo es parir. Parir puede hacerlo cualquiera. Ser madre, no", expresó con firmeza el músico.
Recaídas
Rivera contó por primera vez que, cuando estalló su guerra con Isabel Pantoja a finales de 2020, tuvo "una recaída". "Me refugié en la cocaína, nuevamente", manifestó el hijo de la tonadillera tras el gran conflicto con su madre.
"Al final somos débiles y la droga destroza al débil. Yo he sido drogadicto. Empecé a consumir con 17 o 18 años y he tenido épocas que he llegado a consumir hasta cuatro y cinco gramos de cocaína al día. A día de hoy estoy bien aunque tengo el demonio en el hombro", comentó sobre su época más oscura.
Fortuna
Además, Kiko se lamentó por no haber sabido administrar la fortuna que ganó hace años: "Ahora me va bien. Hago entre 80 y 100 bolos al año y gano entre 4.000 y 7.000 euros, depende. Pero no siempre me ha ido bien. Me he arruinado dos veces en la vida. A los 22 estaba arruinado y después me volví a arruinar".
"Habré ganado en mi vida entre siete u ocho millones de euros, pero tenía 10 coches en mi casa, tenía barco, moto acuática... Llegué a cobrar hasta 25.000 euros por dos horas de fotos y he llegado a salir del bolo sin pasta. Invitaba a todo lo que te puedas imaginar a mis amigos. Aviones, hoteles, comida, fiesta... Todo lo derrochaba. Luego cambié y me quité de las malas amistades", finalizó el hermano de Isa P.