Tom Brusse en 'La isla de las tentaciones' / MEDIASET

Tom Brusse en 'La isla de las tentaciones' / MEDIASET

Famosos

Tom Brusse, ¿de nuevo enamorado?

El exconcursante de 'La isla de las tentaciones' se encuentra en Dubái con Sarah López, una exitosa influencer

26 noviembre, 2021 13:38

Tom Brusse podría haber encontrado de nuevo el amor. El marroquí lleva un año de desilusión tras desilusión y parece que no termina de dar con su chica ideal. Primero, su sonada ruptura con Melyssa en La isla de las tentaciones, y después, el desplante de Sandra Pica en su participación en Supervivientes

Ahora, sin embargo, Brusse se encuentra lejos de España --tras protagonizar un tenso rifirrafe con su exnovia en Secret Story-- e ilusionado. De hecho, fue él mismo el que anunció que se iba a Dubái a ver "una persona muy importante". Esa misteriosa joven se trata nada más y nada menos que Sarah López

Su nuevo amor

La nueva ilusión de Brusse es una influencer francesa de 30 años. Con una larga carrera en televisión, López también ha participado en algún que otro reality de su país. Esta trayectoria profesional le ha permitido montar su propio negocio: una empresa de cosméticos.

Historia de Tom Brusse en Instagram / @tombrusse

Historia de Tom Brusse en Instagram / @tombrusse

Pero, sin duda alguna, lo que más beneficios le aporta a la francesa es su faceta de influencer. Su perfil de Instagram ya cuenta con más de un millón y medio de seguidores. Y precisamente en esa red social ha sido donde ella y Brusse han sido pillados

Pillados juntos

La joven ha subido historias durante toda la semana en diferentes espacios de la ciudad árabe. Precisamente los mismos que Tom Brusse ha estado frecuentando. Sus imágenes los han delatado, a pesar de sus esfuerzos por ocultarlo. 

Historia de Sarah López en Instagram / @sarahlopezoff

Historia de Sarah López en Instagram / @sarahlopezoff

La pasada noche, ambos disfrutaron de una lujosa cena en el Teatro de Dubái, con espectáculo incluido. Brusse subió una historia en la que aparecía besando a alguien, pero le tapaba la cara con un corazón. De la misma forma lo hacía Sarah, pero esta vez mucho menos discreta: era el propio Tom el que se escondía detrás de una servilleta. Lo suyo ya es un secreto a voces.