La hija de Ortega Cano quiere saber qué documentos va a enseñar su hermana, Rocío Carrasco, de su madre ante el juez. Y es que la segunda temporada de la serie documental que protagoniza la hija de La más grande pende de un hilo.

La guerra desatada entre las dos hermanas salpica de forma directa a Sálvame, y más en concreto, a La Fábrica de la Tele. De hecho, en los últimos meses Gloria Camila ha arremetido en reiteradas ocasiones contra la productora de Mediaset por el presunto diario que escribió la cantante y que ahora podría salir a la luz.

De diarios, a documentos

Un anuncio que sentó como un jarro de agua fría al clan Jurado, puesto que, al parecer, dichos escritos dejarían al descubierto las vergüenzas de la familia. Desde su silla en Ya son las 8, la joven ayer relava los motivos por los cuales había decidido poner el asunto en manos de la justicia.

"La segunda parte del documental habla de unos escritos y reflexiones de mi madre. Cuando veo eso, digo: ‘No sé de qué documentos se está hablando y cómo hija legítima me pertenece conocer esos documentos antes de que se conozcan públicamente", aseguró la actriz. Asimismo, Gloria se preguntaba por qué se tiene que hablar ahora de ello si su madre no quiso hacerlo en vida y acusa a su hermana de haber mostrado unos documentos que no eran los solicitados.

La otra versión

Sin embargo, desde Sálvame desmienten parte del argumentario de la joven. El espacio se ha acogido a la versión de los hechos que ha ofrecido Paloma García-Pelayo este viernes en El programa de AR. La periodista comenta que la orden judicial en la que se especifica la muestra de estos documentos se trataba de una demanda de diligencias preliminares en la que tenían que exhibir documentos de propiedad privada de Rocío Jurado.

De hecho, añade que el documento fue retirado por la juez y que Rocío Carrasco mantiene que le fue solicitado. Por todo ello, desde el programa de sobremesa de Telecinco aseguran que el relato de Gloria está distorsionado. Además, dejan entrever que son los miembros de la propia familia Mohedano, quienes llevan años filtrando las informaciones a la prensa.