Pillan a Rocío Flores mintiendo sobre la promoción de un cepillo en Instagram

El trabajo de influencer comporta un grado de sinceridad y honestidad con los seguidores que no todos tienen. Rocío Flores lo ha dejado a la vista. La hija de Rocío Carrasco ha sido pillada mintiendo en una promoción pagada de un cepillo para el pelo en Instagram. 

En su última colaboración, la influencer ha utilizado unas prácticas un tanto fraudulentas a la hora de comunicar sus productos. Se trataba de un peine que, según ella, "seca, peina y alisa a la vez. Está súper bien", explicaba a sus seguidores Ro asegurando que lo había probado. "Mi secreto para secarme en 10 minutos", rezaba en el título. 

Historia de Rocío Flores en Instagram / @rotrece

Falsas promociones

Sin embargo, para que sus seguidores se creyeran que era real y que habían sido muchos los interesados en el producto, la joven publicó una serie de capturas de pantalla en las que sus 'supuestos' followers le preguntaban dónde podían comprar el cepillo. Y son 'supuestos' porque los usuarios de Twitter, que están con la lupa puesta todo el día, descubrieron su gran engaño.

En primer lugar, se dieron cuenta de que los mensajes estaban todos enviados a la misma hora y con la misma fórmula (un espacio entre la última palabra y el signo de interrogación y otro entre éste y el emoticono). Pero eso no fue lo que hizo desmantelar la mentira. 

Usuarios criticando a Rocío Flores / TWITTER

Descubriendo el engaño

Los mensajes estaban enviados desde su propia cuenta. Al enviar un mensaje en Instagram, los comentarios de la propia persona se encuentran en la parte derecha, mientras que las respuestas están a la izquierda. Pues bien, los mensajes de sus 'supuestos' seguidores estaban en la derecha. 

Rápidamente, y después de todo el revuelo causado, Rocío Flores eliminó la fotografía y las pruebas de su fraudulenta campaña. A partir de ese movimiento, muchos internautas la criticaron en las redes sociales y aseguraron que nunca más confiarían en sus promociones. Otros influencers, como Malbert, también juzgaron este engaño.