Nuevos problemas para el rey emérito Juan Carlos I. La fiscalía del Tribunal Supremo investiga si cobró "comisiones y otras prestaciones de similar carácter en virtud de su intermediación en negocios empresariales internacionales" para amasar su fortuna.
La información, revelada por El Mundo, se ha conocido después de que las autoridades de Suiza, que juzgan algunos negociados del padre de Felipe VI, liberara una comisión rogatoria por parte de la Administración sobre la Fundación Zagatka, de la que don Juan Carlos es beneficiario.
Cuatro delitos
El Ministerio Público sospecha que los fondos que son objeto de esta sociedad son de “procedencia ilícita". En este sentido, valoran que el esposo de doña Sofía puede haber cometido, al menos, cuatro delitos: blanqueo de capitales, contra la hacienda pública, cohecho y tráfico de influencias.
Ante las sospechas, el pasado 24 de febrero, la Fiscalía solicitó a la Oficina Federal de Justicia de Suiza que le remita la información de todas las cuentas en el país de la Fundación Zagatka entre los ejercicios 2016 y 2019, entidad que pertenece a Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano de Juan Carlos I.
Pérdida de inviolabilidad
Todo indica que esta organización habría abonado gastos del rey emérito hasta el 2018, tras su abdicación en 2014. Eso podría provocar que el antiguo monarca se sentara en el banquillo, ya que desde entonces perdió la inviolabilidad que tenía como jefe de Estado. La Casa Real explicó en su momento que don Juan Carlos desconocía esta información y añadió que, si efectivamente era así, renunciaba a ella.
Esta comisión rogatoria proviene de la investigación que el teniente fiscal del Supremo, Juan Ignacio Campos, con la colaboración del fiscal jefe Anticorrupción Alejandro Luzón, lleva a cabo en torno al emérito por el supuesto cobro de comisiones por la concesión del AVE a La Meca a empresas españolas.
Regularizaciones
Asimismo, se señala a Juan Carlos I y otros familiares por el uso de tarjetas de crédito opacas con cargo a cuentas en las que no figuran como titulares, además de por la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a nombre del ex jefe de Estado en la isla de Jersey, un paraíso fiscal.
Desde que estas investigaciones salieran a la luz pública, el antiguo monarca ha hecho dos regularizaciones fiscales. La primera, el 9 de diciembre de 2020 por 678.000 euros en relación al uso de tarjetas bancarias con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, uno de los tres asuntos investigados. Y una segunda --en teoría la última-- el 25 de febrero de 2021 por casi 4,4 millones de euros por rentas no declaradas en relación con los gastos costeados por la Fundación Zagatka.
Otros casos abiertos
Esto no ha frenado que la Fiscalía siga adelante con las indagatorias sobre Juan Carlos I. La Agencia Tributaria le ha advertido de la apertura de una inspección y le ha pedido más información para comprobar la veracidad de las regularizaciones que ha presentado hasta ahora, un proceso que aún no ha culminado.
Más allá de lo económico, don Juan Carlos se enfrenta, también en Suiza, a una demanda que impuso su antigua “amiga entrañable” Corinna Larsen en Londres por una supuesta "vigilancia ilegal" y "hostigamiento" que asegura sufrió por parte de los servicios secretos españoles y del mismo emérito.