Isa Pantoja da la espalda a su madre en su regreso a los escenarios

La relación entre los familiares del clan Pantoja se está deteriorando cada vez más. El último punto de inflexión se dará el próximo sábado 6 de agosto, cuando la matriarca Isabel Pantoja actúe, por primera vez después de un año y medio de ausencia, en Jerez de la Frontera (Cádiz).

Kiko Rivera, con quien Isabel lleva enfrentado un año por la herencia envenenada, no asistirá al concierto. Y menos después de haberse sometido a una intervención quirúrgica el pasado jueves. Sin embargo, la sobrinísima Anabel Pantoja está deseando asistir al evento, convirtiéndose así en el apoyo fundamental de la tonadillera.

¿Y Chabelita?

La duda quedaba entonces en su hija, Isa Pi. El pasado martes, Chabelita se sentó en El Programa del Verano para explicar la tierna conversación que había mantenido con su madre por su 65 cumpleaños. “He pensado ir al concierto el día 7”, confesaba la pequeña del clan.

Historia de Asraf Beno en Instagram / @asraf_beno

Sin embargo, parece que sus planes han cambiado. Isa ha decidido finalmente no arropar a su madre en su reaparición en los escenarios. El encargado de anunciar este cambio de rumbo ha sido su novio, Asraf Beno. El modelo ha compartido unas historias en su cuenta de Instagram explicando que se va con su chica de vacaciones a Santiago de Compostela para disfrutar de un descanso “más que merecido”. 

Posibles motivos

Chabelita estuvo anoche en La Última Cena y, de allí, se fue directa al aeropuerto. A las 7 de la mañana cogían un vuelo rumbo a la capital gallega: “Estamos muertos”, escribían los dos en sus redes sociales. Un gesto que da la espalda a su madre en un día tan especia como es su vuelta a los escenarios.

Historia de Asraf Beno en Instagram / @asraf_beno

Hecho que podría haber sido motivado por la posible colaboración de Isabel Pantoja con Omar Montes, expareja de Chabelita y con quien no terminó nada bien. O también por el regreso de su madre a Madrid sin comunicárselo a sus hijos. Sea como fuere, las fisuras en la familia Pantoja están más latentes que nunca.