Supervivientes 2021 no es lo único que ha ganado Olga Moreno. Según ha anunciado La Razón, la mujer de Antonio David Flores ha vencido en la demanda judicial que le interpuso Rocío Carrasco por vulnerar su honor y su intimidad. Así lo adelantaba también Kiko Matamoros ayer por la tarde en Sálvame.
La Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la hija de Rocío Jurado contra Olga Moreno. Según Carrasco, la ganadora de Supervivientes habría atentado contra su derecho al honor al anunciar en la revista Semana que ella no ha ejercido de madre de David y Rocío Flores, sino que ha sido “su salvación”.
Sentencia definitiva
Esta demanda ya fue anulada en su momento ante los Juzgados de Primera Instancia de Alcobendas en Madrid. Sin embargo, Rociíto consideró injusta esa decisión y decidió presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de la capital. Por su parte, consideran que “no existe intromisión en su derecho al honor y que el derecho a la libertad de expresión prevalece sobre el derecho al honor”, por lo que se desestima esta petición.
Esta noticia pilló a Olga de celebración. La familia Flores-Moreno se encuentra pasando unos días de ensueño y reencuentros tras la vuelta de la supervivientes de Honduras. Respecto a su victoria judicial, la sevillana no quiso hacer ninguna declaración: “No voy a ser ceniza, pero no voy a contestar”.
Celebración
En el día de ayer, toda la familia menos David Flores acudió a un conocido restaurante madrileño. En él disfrutaron de un almuerzo donde pusieron al día de todo lo sucedido en los últimos meses a la ganadora del reality. Antonio David, Olga y Rocío Flores se mostraron como una piña, más unidos que nunca.
La familia también tuvo tiempo para reunirse con su abogado ante la inminente aparición de la ganadora de Supervivientes en televisión con un programa propio, Ahora, Olga. La mujer de Antonio David responderá a todas las acusaciones que se le ha hecho a ella y a su familia en la docuserie de Rocío, contar la verdad para seguir viva. Ahora, con una batalla ganada bajo el brazo.