Kiko Rivera llevaba unas semanas muy complicadas. Al conflicto por la herencia de Isabel Pantoja y la demanda a su tío Agustín se le suma que su prima, Anabel Pantoja, considera que es como “si se hubiera muerto” para ella. Sin embargo, después de todas estas polémicas, el DJ decidió tomarse unas merecidas vacaciones con su familia.
El hijo de la tonadillera ha disfrutado de unos días de relax en Matalascañas junto a su mujer, Irene Rosales, sus hijas, Ana y Carlota, y su hijo fruto del matrimonio con Jessica Bueno, Fran.
Vacaciones
La pareja ha estado publicando en sus redes sociales lo bien que se lo estaban pasando en la playa. El DJ compartía una foto con sus hijas asegurando que se considera "un tío con suerte". "Si quieres saber qué es la felicidad, simplemente mira esta foto", escribía orgulloso Rivera, confesando que muere "de amor y punto".
Ahora, después de unas semanas de desconexión, Rivera y Rosales han vuelto a su hogar. La mujer del DJ ha explicado que en la playa "no se puede estar mal", por lo que confirma las buenas vacaciones que han tenido.
Vuelta a casa
Rivera, por su parte, no ha querido dar ninguna declaración sobre los conflictos que le salpican. Aunque sí que ha querido confirmar que "poquito a poquito" está retomando su actividad musical. Está claro que el matrimonio necesitaba desconectar de todo después de semanas y meses en el punto de mira.