El Reino Unido y los países de la Commonwealth despiden este sábado al príncipe Felipe de Edimburgo, fallecido a los 99 años. Los focos están en la capilla del castillo de Windsor y en el príncipe Harry.
Alejado de la familia, el duque de Sussex ha viajado hasta el país para despedir a su abuelo y lo ha hecho sin su esposa y su hijo. Aseguran que, por recomendación médica, pero la polémica está servida.
Tensión con William
Más allá de esta ausencia, la familia real británica prepara todos los detalles desde los trajes hasta cómo acompañarán el féretro hasta la iglesia. Y ya hay sorpresas.
Harry no desfilará al lado de su hermano William, con el que mantiene una tensa relación. Entre ellos, por presunta decisión de la reina Isabel II, estará su primo Peter Phillips, hijo de la princesa Ana.
Comitiva
Los tres irán detrás del ataúd del duque de Edimburgo, precedidos por la misma Ana y el príncipe Carlos. La reina, por su parte, irá en su coche Bentley, acompañada de dos damas de confianza.
Esto no es todo. La decisión de abandonar la casa real implica que Harry no puede lucir el traje Blues and Royals que usó en su boda con Meghan como le hubiera gustado, según el Daily Mail.
Etiqueta
El hijo menor de Diana de Gales perdió todo tipo de cargos militares en el momento en el que se apartó de su puesto. Un hecho que le impide lucir el citado traje. Pero en ceremonias como esta supone aplicar cambios.
Para que no haya distinciones con William u otros miembros de la familia, Isabel II determinó que los invitados vistieran de civil. De este modo, se ahorran imágenes indeseadas y controversias. Aunque éstas están a la orden del día.