Rozalén ha ido a El Hormiguero tras llevarse el Goya a la mejor canción original por La boda de Rosa, un premio en el que competía con, entre otros artistas, Alejandro Sanz.
La albaceteña no lo ve así, considera que “esto no ha sido ganarle a nadie”. Una frase que le han rebatido Trancas y Barrancas: “un poco sí”. Ella alega que pensaba que se lo iba a llevar el intérprete de Corazón partío, “porque es mi maestro, por la trayectoria y por todo”.
El plantón
Finalmente, no fue así. Como la canción que escribió el cantante, la aprendiz superó al maestro, al menos en los Goya. Sólo se creyó que tenía posibilidades cuando él lo dijo en la alfombra roja.
Pese a la gran amistad que les une, por eso, la artista lo dejó plantado en una ocasión con una excusa de lo más extravagante: poner una lavadora.
Excusas
Fue la primera vez que ella iba a México. Era la telonera de Alejandro y “tuvo unas palabras superbonitas” hacia ella en el escenario. Uno de esos días él le dijo de ir a cenar y ella se negó. “Entré en colapso”, sentencia.
La cantante asegura que la respuesta fue fruto de su timidez y que cuando es muy fan de la gente “la lío parda”. Tanto es así que, ante la invitación, recordó que había puesto una lavadora a la mañana y le lanzó: “no, no, tengo que tender la lavadora que me pilla olor”.
Lamentos
“Esto es así de triste”, admite. “Sé que los fans de Alejandro van a pensar, ‘esta chiquilla es tontica perdía’”, asume. Y sí, se fue a tender la ropa.
Al subirse al coche para regresar a su casa fue cuando se dio cuenta de lo que hizo. “Pensé: eres idiota. Tienes la oportunidad de cenar con una persona que admiras pero se me metió la lavadora en la cabeza, me puse nerviosa y me fui”, concluye.