La última entrega de La isla de las tentaciones ha empezado con la hoguera de las chicas. Un momento que se cortó en el capítulo anterior después de que Lucía se marchara impactada al escuchar cómo su novio, Manuel, se acostaba con Fiama.
Las primeras imágenes de la noche han sido para Lola, la concursante que juró amor eterno a su Diego y que, 36 horas después, hizo el amor con Carlos, uno de los tentadores. Al ver cómo su novio conectaba con Carla, una de las solteras de la edición, la joven se ha definido como "mala persona" pero se sentía aliviada al descubrir qué siente de verdad: "Quiero aprender a estar sola".
"He sido mala persona"
Antes de ver las imágenes, Sandra Barneda le ha preguntado a Lola por cómo se encontraba. Una pregunta a la que la concursante ha admitido que le ha hecho "mucho daño" a Diego pese a que "es la primera vez que yo hago algo así". En este sentido, se considera "mala persona", y todo porque "teníamos una vida muy bonita".
"Estábamos creando un futuro. Pero yo siento que, si solo vivo eso, nunca voy a saber si es lo que quiero de verdad, porque no he probado otras cosas. Siento que voy a decepcionar, primero a él y luego a mucha gente", ha admitido la concursante antes de ver las imágenes.
"Quiero conocerme a mí misma"
Sorprendentemente, Lola se ha tranquilizado mucho al ver que ardió la pasión en el jacuzzi entre Diego y Carla. Es más, ver ese momento le ha aclarado, según ella, muchas de sus dudas: "Quiero conocerme a mí misma. Yo no me conocía, yo no sabía lo que quería. Quiero aprender a estar sola. Tengo 24 años y solo he estado sola tres meses en toda mi vida, sin pareja. En ese tiempo no me puedo conocer", ha reflexionado.
"Al ver esto, no me siento tan mal. Ellos no han pasado los límites como yo, pero tampoco ha estado pensando en mí. Quizás él se haya dado cuenta de que no quiere estar conmigo. Me alegro que si está con alguien sea de verdad", ha señalado la joven. Eso sí, a su vuelta a la villa, Lola ha vuelto a pasar otra noche de pasión con Carlos.