Carlota Corredera se ha sincerado más que nunca en el último programa de Volverte a ver. En una conversación con Carlos Sobera, el presentador ha querido saber qué había detrás de la figura televisiva que todo el mundo conoce.
“Soy una niña de 46 años que creció en Vigo en una familia absolutamente feliz. Mis padres eran una pareja maravillosa”, empezaba relatando la gallega.
Padres excepcionales
Aunque tuvo una infancia alegre, su vida está marcada por la muerte de su padre, por el cáncer, y el fallecimiento de su hermano pequeño, que la dejó poco después de su progenitor a la edad de 18 años.
La presentadora de Sálvame quiso hablar de los que habían sido sus ejemplos a seguir. "Mi padre era una persona muy honesta y muy comprometida. Para mí es mi ejemplo absoluto y mi referente. Cuando él faltó estuvimos muy a la deriva. Él eligió bien a su compañera y mi madre eligió bien a su compañero. Habría sido un abuelo excepcional", recordaba emocionada.
Bajada a los infiernos
"Durante mucho tiempo yo a mi hermano no lo nombraba. Llegué a Madrid con 23 años, me reinventé y no tenía que dar explicaciones a nadie de dónde venía ni quién era mi familia o qué nos había pasado. En Vigo y Santiago había un estigma porque todos sabían que en un año habíamos tenido dos golpes duros”, reveló Carlota.
“El fallecimiento de mi hermano, con 18 años, es algo de lo que hoy puedo hablar, pero durante mucho tiempo no podía ni verbalizarlo porque me faltaba el aire”, añadió. “Éramos cinco y pasamos a ser tres. No hace falta entrar en detalles para imaginar la bajada a los infiernos que vivimos en mi casa", continuó.
Mensaje de esperanza
Carlota Corredera quiso enviar un mensaje de esperanza ante las adversidades: "Mi madre es una mujer muy especial y ni en sus peores pesadillas pudo imaginar los escenarios que le deparaba la vida. Pero, sin embargo, después de la muerte de mi hermano, mi madre, destrozada, se puso de pie, levantó la persiana y dijo que teníamos que seguir viviendo”.
Aunque sea complicado, Carlota cree que “después de algo tan duro se puede volver a ser feliz”. “Mi madre, con 44 años, se quedó viuda y nos sacó adelante con esfuerzo y amor. Lo que soy se lo debo a ella", acabó la presentadora.