Los miembros de la monarquía parecen no estar muy al corriente de las normas anti-Covid. Si en España, Victoria Federica y Froilán han sido cazados más de una vez, la familia real británica tampoco se escapa.
La princesa Beatriz ha sido cazada en un restaurante de Londres saltándose todas las normas establecidas por el país para prevenir el contagio del Covid.
¿Trabajo?
Los medios británicos muestran como la royaltie comparte mesa de restaurante con cinco personas de distintas burbujas, sin respetar las distancias de seguridad y sin mascarilla.
La casa real británica justifica que se trata de una reunión de trabajo. De esta manera, no habría problema y la infracción no sería tan grave.
Testigos
El problema es que varios testigos señalan que la actitud de los comensales no parece que sea un encuentro formal, sino entre amigos. Risas, fotos y complicidades hacen sospechar que había mucha confianza para tratarse de negocios.
Los más curiosos se han fijado en lo que bebieron. Se sirvieron varias botellas de vino por un valor de 1.500 libras (1.656,52 euros). “Parecía un encuentro muy social”, revelan a la prensa. La indignación es mayúscula. “Beatriz debería dar mejor ejemplo”, concluye.