Josep Maria Mainat habla de nuevo. Junto a su todavía esposa, Angela Dobrowolski, la pareja se ha sentado por separado ante las cámaras de Equipo de investigación --La Sexta-- para aportar nuevos datos sobre el presunto intento asesinato que sufrió Mainat por parte de su mujer.
El de la Trinca era ingresado durante la madrugada del 22 de junio tras sufrir una grave hipoglucemia. Un hecho por el que él y los Mossos d'Esquadra acusaron a Dobrowolsky.
Angela intenta borrar todas las pruebas
El programa que dirige Gloria Serra ha aportado nuevos testimonios que se suman a este polémico entramado que mezcla sexo, mentiras y drogas. Se trata del informático con el que contactó Dobrowolski para eliminar las imágenes que habían grabado las cámaras instaladas en el domicilio conyugal.
"Ella me dijo que si podía acceder a unas imágenes concretas que estaban en unas carpetas que se guardan con el día y la fecha que me pedía ella, que no recuerdo ahora cual era, pero creo que coincidía con lo del marido". Además, el técnico ha indicado que en el ordenador de Angela se habría encontrado información en la que se detalla cómo inducir un coma diabético.
Por su parte, la mujer de Mainat niega que realizara esa llamada y mucho menos que contactase con un informático. "Fui yo la que pidió que se instalaran esas cámaras en la casa. Todo lo que se graba va a directamente a un servidor de Prosegur al que no se puede acceder" ha manifestado.
Un contrato matrimonial y a las drogas
Por otro lado, el programa ha tenido acceso a la capitulación matrimonial que la pareja firmó días antes de darse el "sí, quiero" en 2011. El documento que se divide en diferentes partes, contempla la posibilidad de divorcio en diferentes escenarios. Todos ellos, bajo unos plazos de tiempo determinados y donde Dobrowolski sale siempre beneficiada. El productor debería de pagarle una manutención de 5000 euros, además de 3500 euros más por la de sus hijos. Por si esto fuera poco Angela podría hacer uso de una casa valorada en más de 600000 euros.
Un dinero que bien se podría haber estado desembolsando hasta ahora en drogas, tal y como apuntó su hijastro Pol Mainat en la denuncia que presentó por el presunto intento de asesinato de su padre. La hispano-alemana que no niega haber coqueteado con las drogas, ha manifestado que su consumo era social, a la vez que ha atribuido a las fiestas que organizaba su marido como el primer momento en que consumió cocaína. Una relación con los estupefacientes que habría perdurado hasta hace muy poco tiempo, cuando la acusada se sentía "quemada" por la apretada agenda de su marido, el cuidado de sus hijos y de la casa y sus estudios de medicina.
Sin embargo Mainat, que ha confesado odiar profundamente a su mujer, desea que vuelva esa Angela que él conoció. "Mis amigos dicen que tengo el síndrome de estocolmo" ha concluido el catalán.