Jesulín de Ubrique ha decidido poner en alquiler su conocida finca Ambiciones, que estará disponible para todo tipo de eventos. Y Belén Esteban tiene algo que decir.
El torero, su hermano mayor, Humberto, y su cuñado, Diego Campanario, se han aliado para emprender un negocio que ayude a sacar beneficio de este mítico inmueble donde llegó a haber un tigre, Currupipi.
¿En la ruina?
Ante la noticia, los colaboradores de Sálvame no han tardado en preguntarle a la Esteban qué piensa de esta decisión. Y ella, sin ningún problema ha dicho la suya. “Yo no tengo que opinar (...) A mí, me parece buena idea (...) si él puede sacar beneficios no creo que sea mala idea. Cada uno puede hacer lo que quiera. A mí me parece muy bien que lo hagan. Es una finca muy bonita y muy grande y me parece muy bien”, sentencia.
La reina del pueblo pone en cuestión que su expareja tome esta decisión porque esté pasando un bache económico, al contrario: "Yo te digo que Jesús problemas económicas no tiene". “Él tiene empresas, tiene gasolineras y en Ubrique tiene mogollón de pisos, de lo cual yo me alegro porque ha estado muchos años poniéndose delante de un toro. Y las cosas son como son”, subraya.
El zasca
Sobre la posibilidad de que el dinero que recaude sea para su familia e hijos apunta que “Jesús tiene tres hijos y para él sus tres hijos son iguales. Yo estoy segura de que para él todos los hijos son iguales”. Unas palabras que parecían cargadas de ironía.
Al ver el tono empleado por Belén, sus compañeros le recuerdan que de esta manera Jesulín puede salvaguardar el legado para su hija Andrea. “La mejor herencia que puedes dejar a un hijo es la educación y el amor que le tienes que dar durante toda su vida”, sentencia. Un zasca que aún resuena en Ambiciones.