Jordi González se opera la cara y se pone un balón gástrico
El presentador de Telecinco decide hacer un gran cambio radical para lucir de lo más irreconocible
17 septiembre, 2019 13:26Hay quienes hacen la operación bikini antes del verano y quienes la hacen justo después, como es el caso del catalán Jordi González. Y es que el comunicador ha tomado una drástica decisión, harto de no poder deshacerse de sus kilos de más.
Al igual que su amiga y compañera Mila Ximénez, el presentador de Mediaset ha decidido ponerse un balón gástrico para perder peso. Aunque esta no es la única decisión que ha tomado Jordi para modificar su imagen.
Jordi González y su físico
Ya confesó el catalán, durante la última edición de Supervivientes, que se había puesto manos a la obra con la dieta para deshacerse de los kilos. Unos kilos, sin embargo, que González ha recuperado, aunque no todos, cuando este verano ha viajado hasta Río de Janeiro para disfrutar del invierno carioca, y recobrar fuerzas en el lujoso ático que tiene en el exclusivo distrito de Ipanema. “De mis días en Río he traído […] un par de kilos más”, escribió a finales de agosto el presentador, nada más poner un pie en España.
Por ese motivo, y según informa Jaleos, ha optado por ponerse un balón gástrico para perder unos cuantos kilos. Una técnica con la que se consigue comer menos y, por ende, adelgazar. De esta forma, el catalán se propone terminar el año, puesto que el resultado tarda algunas semanas en apreciarse, luciendo una figura de lo más envidiable. Pero no se crean que ponerse un balón gástrico está al alcance de todo el mundo, sino que dicho artilugio tiene un precio que oscila, atención, cuidado, entre los 4.000 y 4.500 euros. Ahí es nada.
Jordi González y su cara
El presentador no solo está obsesionado con su cuerpo, sino también con su cara. El catalán, según el medio citado, también se ha sometido a un rejuvenecimiento facial, para regenerar su piel y terminar con las imperfecciones que, desde hace muchos años, luce en toda su cara.
Unas cicatrices que cogió durante su juventud, cuando viajó al Amazonas y bebió un vaso de agua infectada. Una experiencia, según palabras del presentador, de lo más “dramática”. Un drama, no obstante, que podría desaparecer para siempre, con su nueva intervención facial. ¿Le desaparecerá también el trabajo cuando su cara esté libre de cicatrices? Y es que con los años, sus magulladuras se han convertido en un fuerte reclamo y seña de identidad.