Si se preguntaban qué estaba haciendo Isabel Pantoja durante sus vacaciones de verano, dejen de preguntárselo porque ya lo sabemos.
La folclórica, que se encuentra disfrutando de su descanso estival antes de empezar su andadura televisiva en Telecinco, se ha decidido a salir de su tan querido Cantora y se ha trasladado hasta Fuengirola, en Málaga, donde tiene un lujoso ático con vistas de infarto.
Isabel Pantoja vuelve a sacar su vena soberbia
Que la cantante Isabel Pantoja se pasa de chula, y muchas veces de chunga, no es ninguna novedad. Pues, a su paso por Supervivientes, muchos fueron los miembros del equipo que se quejaron del trato discriminatorio que la cantante tenía con ellos, y las exigencias a los que les sometía a la hora de grabarla.
Una actitud prepotente de la que ha vuelto a hacer gala a su paso por Fuengirola, donde ha estado una semana junto a su hijo Kiko Rivera, su mujer, Irene Rosales, y las dos hijas del matrimonio, Irene y Carlota. Tal y como ha podido saber el portal Jaleos, la cantante ha protagonizado una escena de lo más escandalosa a su paso por un establecimiento de la zona, al que acudió para comprar productos para sus nietas. “Ha tenido una actitud un tanto prepotente y se ha saltado la cola, que había para comprar, porque quería ser la primera”, ha desvelado el dueño del establecimiento en declaraciones a Jaleos. ¿Bajará algún día los humos Isabel Pantoja?
Tampoco se ha querido fotografiar con nadie
La tonadillera no solo ha protagonizado este gravísimo altercado en un establecimiento de Fuengirola, sino que también se ha cebado, y de qué manera, con todos los vecinos de la zona. Para que luego diga que se debe a su público y a sus fans.
Pues la cantante, que los que la han visto aseguran que se pasea por las calles con aires de diva y con una sonrisa “mucho mayor” que en otras ocasiones, se ha negado en rotundo a sacarse fotos con absolutamente nadie. Y es que según las fuentes consultadas por Jaleos, la postura que ha adoptado la Pantoja se debe a que “quería estar tranquila y pasar desapercibida”. Ahora que está a punto de empezar un nuevo programa en Telecinco, ¿le pasará todo esto factura y se quedará sin el apoyo de su público? Una cura de humildad no le vendría nada mal.