'Rodolfo el golfo', el reno franquista de Viladecans

El pueblo de Viladecans, en el Baix Llobregat, puso un reno navideño gigante, con luces... todo muy bonito, para fomentar el comercio navideño local. Pero sus características llamaron la atención a un vecino que, según el Ayuntamiento de la localidad, convirtió al reno en "Rodofo, el reno golfo" con un altavoz inalámbrico.

El hackeo de la atracción navideña ha revuelto a las redes sociales. Al principio se acusó a la entidad municipal de pecar de inocentes al instalar un muñeco con ordenador y altavoz propio, algo que se han dado prisa en desmentir. El motivo es que, en vez de felicitar las fiestas, Rodolfo soltaba frases como "muerte a los rojos" o "¡España, grande! ¡España, libre!". Eso si no arrancaba a cantar el himno franquista o a proclamar un "¡Viva España, cojones, viva España!".

Estupefacción entre los viandantes

Los vecinos, entre miradas de asombro y carcajadas, no sabían dónde meterse para esconderse del reno fascista del que, aseguran, también soltaba alguna que otra proclama racista. 

Un hombre, que colgó un vídeo en las redes demostrando que lo estaba manipulando, fue detenido por las autoridades competentes. Pero una vez liberado, manifestó que "él no fue el único, puesto que el reno llevaba días soltando frases que no le correspondían". 

En manos del poder judicial

El Ayuntamiento de la localidad barcelonesa ha denunciado el caso a los Mossos por si constituyera un delito de odio, según el jefe de Gabinete de la alcaldía, Enric Casas, que ha aclarado que el muñeco navideño no tenía incorporado ningún sistema de sonido ni tampoco informático, por lo que no se trata de hackeo.

El conocido como Rodolfo también se dedicó a asustar a los vecinos de Viladecans pidiéndole el iPhone de sus manos o llamando a los transeúntes como a "la niña del paraguas" que se ve, y escucha, en uno de sus vídeos. También hay que decir que varios vecinos se lo tomaron con humor, por lo que han abierto una recogida de firmas en change.org para que Rodolfo se mantega pasadas las fiestas.