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Crema catalana, uno de los mejores postres típicos de Cataluña / RitaE EN PIXABAY

Cinco postres típicos de Cataluña

La repostería catalana es una de las mejores partes de su gastronomía, con recetas famosas como la crema catalana

Noelia Hontoria
1 min

La cocina catalana es una de las más deliciosas del territorio nacional. Esta gastronomía no solo encuentra su máximo exponente en la huerta mediterránea o en el mar. Además de los clásicos platos, como la escudella, la escalivada, la esqueixada o el pan con tomate o los calçots, en la repostería hay todo un mundo de sabores y olores por descubrir. Entre los postres típicos de Cataluña, el más conocido es probablemente el panellet, pero hay mucho más para el disfrute de los más golosos.

Estos postres típicos de Cataluña se pueden encontrar en las mejores pastelerías de la ciudad o en los restaurantes a la carta, pero también son un habitual en las sobremesas de los hogares catalanes. Algunos son sencillos de hacer, pero otros requieren algo más de habilidad. En Internet se pueden encontrar hoy en día todas las recetas para cualquier preparación casera que se desee elaborar y así poder darle un bocado a la gastronomía más dulce y azucarada de todo el territorio.

Panellets
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Panellets

Comenzar por este clásico es empezar por todo lo alto. De hecho, hay quienes lo toman también como merienda o incluso como desayuno en lugar de consumirlo solo en el postre. La elaboración se presta a ello. Los panellets son típicos de la fiesta de la Castañada (1 de noviembre) y es en otoño e invierno cuando, gracias a su consistencia, más se consumen. La tradición manda tomar los panellets con castañas, aunque por supuesto es solo un mandato no expreso por la época del año y pueden tomarse solos. Se trata de una masa horneada de huevo, azúcar, almendras y piñones, que da lugar a unas bolitas o dulce con forma de galleta (según el toque final que le dé cada repostero), muy dulces, muy consistentes y muy deliciosos. La historia dice que proceden de la repostería árabe y que la receta, tal y como ha llegado hasta nuestros días, data al menos del siglo XVIII. Se pueden encontrar también panellets de sabores, como chocolate, naranja o fresa. 

Mel i mató
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Mel i mató

Este postre es uno de los más fáciles de elaborar y consiste, simplemente, en un trozo de queso mató (una especie de queso fresco ligero) coronado por un chorro de miel. El sabor suave de uno y el sabor potente del otro se funden creando una textura muy agradable en boca y dando una consistencia final algo empalagosa, pero que es un perfecto broche de oro a una comida casera. Quienes deseen darle un toque especial, le pueden añadir unos frutos secos picados en la parte superior, como nueces, pistachos o almendras.

Catanias
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Catanias

Hay quienes, a simple vista, podrían confundirlas con trufas, pero no son exactamente eso. Las Catanias, procedentes de Vilafranca del Penedès, son una masa de almendras caramelizadas recubiertas por cacao en polvo. El tamaño puede ser variable, según el gusto del repostero, y es uno de los postres más típicos de Cataluña. Además, gracias a su formato, se consumen más fácilmente que otros postres como la mel i mató, por lo que es bastante habitual encontrar catanias de vez en cuando en los hogares catalanes.

Coca de Llavaneres
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Coca de Llavaneres

Menos conocida que los anteriores es la Coca de Llavaneres, un postre que coge la receta original de la coca catalana (una especie de bizcocho hojaldrado) y la customiza rellenándola con crema y añadiéndole piñones en la capa superior. Es muy típico de San Juan y no solo en esta región, también en el resto de Cataluña se puede encontrar esta evolución de la coca, deliciosa y algo más empalagosa, pero que no defrauda.

Crema catalana
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Crema catalana

Cerrar este listado de postres típicos de Cataluña con la crema catalana es hacerlo por todo lo alto. El postre más popular e internacional de esta región es un postre que se consume con cuchara y en un pequeño recipiente, normalmente de barro, que le da un toque aún más tradicional. Consiste en una crema de leche y huevo, con limón, canela y azúcar. Su textura es similar a unas natillas, pero es el azúcar quemado de la parte superior la que le da ese toque especial e inconfundible. Como curiosidad, Juan Carlos I se ha declarado fan de la crema catalana en numerosas ocasiones.