Los buffets libres son una oportunidad única para comer bien (y en gran cantidad) a un precio medianamente razonable para el bolsillo. ¿Estás pensando en acudir a uno próximamente? Pues te traemos una de las mejores opciones a tu disposición
Lo mejor de una escapada no solo es el lugar al que se va, sino qué se hace allí. Cataluña tiene rincones increíbles y bellísimos para conocer, eso es una obviedad, y en cada rincón hay un restaurante, un bar que hace las delicias de cualquiera.
La gastronomía catalana es conocida por su riqueza y su calidad. Hace poco, Disfrutar se alzaba con el reconocimiento al mejor restaurante del mundo. Pero eso es sólo una prueba más.
Por qué juntar comida y pueblos
Los calçots, los caracoles, el pan con tomate, el fricandó, el xató... enumerar los platos típicos de Cataluña es un no parar. Por eso, si unes todo ello con un pueblo de la belleza de Besalú, el éxito de la escapada está asegurado.
El que tal vez sea el municipio medieval más famoso de Cataluña cuenta con rincones gastronómicos que tienen poco que envidiar a las grandes ciudades. Desde cocina de proximidad con raíces catalanas a propuestas más actuales se pueden degustar en este punto de Girona que sirvió de lugar de rodaje de Juego de Tronos.
Dónde comer
Pero si al visitante le cuesta decidirse entre tanta variedad gastronómica siempre hay un lugar que no falla: el buffet libre. Estos locales, que suelen ofrecer una gran cantidad de comida de calidad a buenos precios, están cada vez más de moda, y Besalú no ha perdido la oportunidad de tener el suyo propio.
Oculto junto a la oficina de turismo, el Castell de Besalú invita al comensal a disfrutar de un gran ágape con unas vistas increíbles al pueblo. Desde sus ventanas y terrazas se puede contemplar todo el recinto amurallado y el puente de piedra de entrada al lugar. Se trata de un edificio histórico, al lado de la carretera que pasa desapercibido por estar detrás de un parking al que vale la pena prestar atención.
Qué ofrece el buffet
Sea en el interior o en la terraza, se quiera tener vistas o no, el comensal puede disfrutar de un riquísimo menú de buffet por menos de 20 euros donde abundan los platos de comida casera.
Hay más de 30 platos por elegir: embutidos, quesos, paella, escudella, canelones... Hay opciones para todos los gustos. Y lo mejor de todo es que uno come bien y barato en un lugar emblemático. Un viaje en el tiempo sin moverse de la silla y un apetitoso preludio de la excursión que vendrá después.
Estos son los precios del Castell de Besalú
Pero primero las condiciones del buffet. Porque en el precio, más allá de la comida también están incluidos la bebida, el postre y el café. ¡Todo ilimitado! Es cierto que los fines de semana el precio es algo más alto, de 25 euros. Eso sí, el menú para estos dias incluye cava y otros platos. En la web destacan también que los niños de entre 4 y 6 años comen por 9 euros, y los niños de 7 a 10 por 13.
Como Besalú es un lugar muy concurrido, a veces hay cola, pero sus responsables dan la posibilidad de reservar mesa desde su web, por lo que es ideal para los que les gusta programar su viaje. Tanto las más de 2.000 reseñas en Google como los 563 comentarios de TripAdvisor le dan una puntuación media de 4 sobre 5, lo que te asegura la calidad-precio del lugar.
Así se ha hecho viral en redes
El restaurante Castell de Besalú se hizo muy popular en TikTok hace unos meses gracias al video de @topfoodbcn que acumula más de un millón de reproducciones, ¡qué se dice pronto!
Los comentarios de los usuarios que han ido a este gran buffet libre de Cataluña son tremendamente positivos: "Nosotros estuvimos la semana pasada, y la verdad es que se come de maravilla", "Hemos estado, hoy ha sido increíble, todo muy bueno y la brasa excelente. No le saco ni un pero, volveré mil veces y encima el pueblo está guapo".
Qué ver en Besalú
Pero sin duda, más allá de la experiencia gastronómica, los comentarios en redes y demás, está Besalú, este rincón único que parece anclado en el medievo, donde ni los coches tienen permitida la entrada. Un municipio alejado del mundanal ruido y que cautiva incluso antes de entrar.
Su entrada a través del puente de piedra ya es imponente. El icónico Puente Viejo, edificado en el siglo XI, constituye la principal vía peatonal que conduce hacia el núcleo histórico de Besalú. Una estructura asombrosa de diseño angular, con siete arcos de desigual tamaño, que sorprende al que llega.
Sinagoga y baños
Justo al pasar el puente, en dirección izquierda, se desvela uno de los sitios imperdibles en Besalú: los vestigios de la sinagoga ancestral. Justo debajo, se hallan los Baños Miqvé, unos antiquísimos baños judíos edificados en el siglo XII, desenterrados en la mitad del siglo XX.
Dentro de estos baños, los judíos solían llevar a cabo sus ceremonias de purificación, conformando los solitarios baños de la época medieval que perduran en territorio español. Pero luego toca entrar al pueblo.
El centro de Besalú
El casco histórico asombra con su grandeza. Recorre sus estrechas calles y perderse en ellas se convierte en una experiencia obligatoria. Pero que nadie se pierda la plaza Mayor.
Llamada también Plaza de la Libertad, este punto es el epicentro del municipio. Alberga una selección de comercios, establecimientos de restauración y la casa consistorial que hace las delicias de los visitantes y de los localizadores de Hollywood. Este espacio rodeado de arcos fue escenario de la grabación de ciertas secuencias para la popular serie Westworld.
La plaza más grande
Muy próximos a la plaza Mayor, nos topamos con la plaza de Sant Pere, que se erige como la más amplia dentro del municipio. Su prominente atractivo es el monasterio de Sant Pere, cuyos cimientos fueron establecidos en el año 977 por el Conde de Besalú. Este edificio religioso, erigido en la última etapa del siglo XII, revela su esplendor actual.
La oportunidad de explorar su interior requerirá de una consulta en la oficina de información turística de Besalú. Un lugar que otorga un recorrido a la historia, patente en la solidez arquitectónica del Monasterio Sant Pere Besalú.
No obstante, dentro de esta misma plaza, se alza Circusland, un edificio que destaca por su vivacidad y constituye una notoria desviación estilística respecto al entorno local. A pesar de ello, el Museo Circusland ostenta su propia grandeza, siendo un referente en cuanto al circo en Europa.
El monasterio y la iglesia: dos perlas
Erigido en el siglo X, el Monasterio de Sant Pere se ubica en la Plaza Prat de Sant Pere. Su arquitectura puede ser admirada desde su interior, con sus cuatro columnas decoradas. En esa misma plaza se alza la Casa Llaudes o Casa Cornellà, ejemplo sobresaliente de arquitectura civil románica en Cataluña.
Por otro lado, la Iglesia de Sant Vicenç, una de las más antiguas y una verdadera joya del románico catalán, es un imperdible que merece ser visitado. Edificada en el siglo XII, alberga la tumba gótica de Pere de Rovira.
Cómo llegar
Un apacible paseo por el río Fluviá es ideal para despedirse de este increíble lugar. Brinda panorámicas únicas del Puente Viejo y las viviendas del casco antiguo se erigen doradas al caer la noche y con los primeros rayos de sol.
Acceder allí es fácil. Está a hora y media de Barcelona y 40 minutos desde Girona. Se trata de tomar la AP-7 y tomar la salida que indica la salida hasta el municipio. Es sólo media hora por la C-66. ¡Ah! Y si uno se anima a seguir por esa carretera descubrirá otro pueblo increíble, Castellfollit de la Roca.