La situación de sequía en Cataluña es alarmante. Las lluvias de los últimos días apenas han hecho crecer las reservas de agua de los embalses que apenas alcanzan el 15% de su capacidad. Las imágenes de los pantanos son desoladoras.
El Govern ha empezado a tomar medidas al respecto. Ha declarado la situación de emergencia y ha elaborado un plan por fases que implica restricciones en el uso y consumo de agua que afecta desde a plantaciones agrícolas hasta los ciudadanos de a pie. Seis millones de personas de las provincias de Barcelona y Girona están afectadas. Y, si se incumple alguna de las normas, se van a aplicar sanciones.
Medidas generales
A nivel general, el Plan de Emergencia, en estas zonas, se imponen restricciones, como la prohibición de regar jardines y zonas verdes, públicos y privados, excepto los árboles y jardines botánicos que haya que irrigar por cuestiones de supervivencia y siempre que sea con agua regenerada o freática. Tampoco se permite el lavado de coches (salvo en negocios dedicados a esta función y con agua regenerada), así como la limpieza de calles y mobiliario urbano con agua potable, salvo extrema necesidad (incendio, accidente o riesgo para la seguridad vial). Escaparates y ventanas se pueden adecentar con un cubo y una esponja.
Otras restricciones afectan al deporte y al ocio. En el caso del deporte federado que necesite riego, como el fútbol, podrá regar los campos, aunque tendrá que compensar el gasto de agua con las duchas. En cuanto al llenado de piscinas, podrán hacerlo los gimnasios y clubes deportivos con piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat, y también las descubiertas todo el año para el deporte federado, pero se deberá compensar el gasto de agua con el cierre parcial de duchas. Por otra parte, tienen permiso de llenado las piscinas de uso terapéutico y aquellas que utilicen agua de mar.
Restricciones en las casas
Pero si hay algo que afecta directamente al ciudadano de a pie es la limitación de consumo de agua por persona y día. El Plan de Emergencia del Govern regula estas medidas en tres fases. En el estadio de emergencia 1 se limita a 200 litros por persona y día, en el estadio 2 a 180 litros y en el estadio 3 a 160 litros. Eso sin contar que las administraciones pueden reducir la presión del agua.
En cualquier caso, el incumplimiento de las restricciones establecidas conlleva sanciones tanto para los municipios como para los ciudadanos y empresas, con el objetivo de incentivar un uso responsable del agua y proteger los recursos naturales en momentos de crisis como el que enfrenta actualmente la región catalana. Estas sanciones marcan el inicio de un período en el que el cumplimiento de las medidas de ahorro de agua se vuelve crucial para garantizar la disponibilidad del recurso hídrico en Cataluña durante la sequía.
De los 30 a los 150.000 euros de multa
La Agencia Catalana del Agua (ACA) es la responsable de sancionar a los municipios que pueden ser condenados a pagar entre 10.000 y 50.000 euros si no cumplen las medidas. Unas sanciones que pueden alcanzar los 150.000 euros si se considera que su derroche hídrico ha causado daños significativos.
Las sanciones a los particulares dependen, a su vez, de los ayuntamientos a los que la Generalitat mandó una normativa modelo que podían adoptar. Este marco contempla sanciones que oscilan entre los 750 y los 3.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Claro que eso también va en función del ente sancionador correspondiente. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) rebaja el mínimo a 30 euros, si se trata de una infracción leve como limpiar un coche, sube de 50 a 200 euros por las infracciones graves como el llenado de piscinas o el regado de jardines de 250 metros cuadrados o más; y alcanza los 3.000 euros en situaciones muy graves.
Primeras sanciones
La situación es seria y las multas ya se han empezado aplicar. Hace meses el ACA ya aplicó medidas para rebajar el consumo de agua y muchos municipios hicieron caso omiso. Antes las diversas advertencias, hay localidades que ya han sido sancionadas.
Rincones de la Costa Brava como Begur y Palau-saverdera en el Baix Empordà, así como otras poblaciones que concentran una alta renta per cápita y muchas piscinas privadas como Matadepera y Vallromanes, en Barcelona, han superado el consumo autorizado durante el mes de septiembre y se les ha aplicado la ley. El ejemplo más escandaloso es el de Begur, que debe pagar ya 54.000 euros debido al exceso de consumo registrado durante la situación de excepcionalidad por sequía. Y puede ir a más.