Así es la casita del bosque donde viviría Shrek si fuera del Maresme (y es Patrimonio Cultural)
Si uno de los personajes de animación más queridos de la historia fuera real no tenemos ninguna duda de que residiría en Cataluña
29 enero, 2024 09:47Noticias relacionadas
Si Shrek fuera un personaje real y no ficticio estamos seguros de que eligiría residir en el Maresme y podríamos imaginarlo viviendo en una versión peculiar de su pantano característico, adaptado al paisaje costero de la comarca catalana. Sin embargo, en lugar de su tradicional ciénaga, podría encontrar refugio en una marisma salina rodeada de la belleza mediterránea y de los encantadores pueblos de la región.
Quizás Shrek disfrutaría de la gastronomía local, probando platos de pescado fresco y productos de la tierra en los mercados locales. Podría aventurarse en las playas de la zona, participar en festivales y sumergirse en la cultura catalana, llevando consigo su propio toque único de humor irreverente.
La casita catalana de Shrek, un pozo de hielo
Como ya hemos dicho, Shrek tendría que vivir en el Maresme y más concretamente en el municipio de Dosrius donde se encuentra el monumento del Pozo de Hielo de Canyamars (Pou de Glaç).
Está incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico Catalán y es una construcción popular de los siglos XVII-XVIII formada por un pozo circular de piedra y ladrillo (cinco metros diámetro por siete metros de altura).
Una parte de este pozo queda bajo tierra (entre dos y tres metros) y la otra sobresale aproximadamente cuatro metros hasta un techo en forma de vuelta (también de piedra y ladrillo). Los muros exteriores están reforzados con contrafuertes y hay tres aperturas (ventanas o puertas) de vuelta de cañón.
En la parte sur hay dos vueltas de ladrillo, que se supone que eran los puentes que sustentaban la rampa que comunicaba el pozo con una balsa situada más arriba. Desde esta balsa, cuando el agua se helaba, se enviaban trozos de hielo hasta el pozo. Dentro de éste se hacían capas de hielo y de paja para conservarlo hasta el verano, la época del año que se comercializaba.
El Ayuntamiento de Dosrius compró el Pozo en el 2007 a sus anteriores propietarios privados. La construcción estaba enterrada hasta la mitad, pero durante las obras de acondicionamiento se retiró la tierra que había alrededor y la parte norte quedó completamente a la vista.