Cataluña es tierra de volcanes, es una cosa sabida. El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, formado por once municipios es uno de los lugares más característicos de la zona. Sus bosques, sus cráteres y sus senderos lo convierten en un lugar ideal para cualquier escapada. Pero hay una forma más original de visitarlo, en tren.
Sí, este paraje increíble, ofrece la posibilidad de hacer una visita apta para todos los públicos. También los menos entrenados en excursiones por la montaña.
Un tren con historia
El tren de los volcanes, cómo se le conoce, es un proyecto que trata de recuperar parte de la historia. Y es que a pesar de ser un tren sobre ruedas, reproduce con fidelidad los viejos vagones de la línea que unía Olot con Girona. En la actualidad, en cambio, su ruta es otra, tal vez, más espectacular.
Este particular vehículo ofrece a aquel que quiera subirse en él un paseo por cuatro de los volcanes más emblemáticos de la Garrotxa. A una velocidad moderada, apta para pequeños y mayores, ofrece una vista panorámica de los volcanes de Martinyà, Pomareda, Torn y Croscat.
Recorrido panorámico
A su paso por estas formaciones geológicas ralentiza el paso para poder observar en detalle la formación geográfica. Mientras, los guías explican detalles sobre lo que se está viendo. Y, al final, hay una parada.
Cuando se alcanza el volcán Croscat los viajeros se pueden apear, hacer más fotos y, en el mientras tanto, el guía cuenta la historia y algunas curiosidades de este volcán tan especial. Un plan que cada vez convence a más personas, en especial a las familias. Y es que supone una manera didáctica de conocer los enigmas de la Zona Volcánica de la Garrotxa, que no son pocos.
Parajes increíbles
En este espacio, el mejor exponente del paisaje volcánico dentro de la península Ibérica, se esconde uno de los hayedos más importantes de Cataluña, pero también la única iglesia del territorio ubicada en medio de un cráter. Una ermita que bien merece una visita.
A estas particularidades, se le suma la belleza de una naturaleza que impresiona por su magnitud y biodiversidad. A las hayas de parajes como la Fageda d'en Jordà, se le suma la cantidad de bosques de encinas, robles y otras especias.
Un entorno único
Pero si por algo se caracteriza la zona de la Garrotxa, en Girona, es el lugar perfecto para ver volcanes en Cataluña. Apodada así, “la tierra de los volcanes”, tiene más de cuarenta conos volcánicos y más de veinte coladas de lava que se pueden visitar recorriendo los itinerarios marcados en el parque.
La mayoría de ellos están señalizados, excepto algunos de los más largos que, si se está acostumbrado, pueden seguirse fácilmente con la ayuda del plano-guía del Parque Natural.
Zonas privadas
Aunque sea un lugar en medio de la naturaleza, el 98 % del territorio en el que se encuentra el Parque Natural es de propiedad privada, algo que no interfiere en la actividad siempre y cuando se respeten las normas de ruido.
Los fines de semana de septiembre, octubre y noviembre suelen tener mayor afluencia, especialmente durante Todos los Santos. Aunque ahora, a falta de nieve y lluvias, son muchos los que eligen el puente de diciembre para realizar una escapada.
Cómo llegar
Se puede llegar hasta la zona de la Garrotxa en transporte privado o autobús. En caso de acudir con vehículo propio, hay que aparcar en los espacios delimitados para ello y abonar la cuantía correspondiente.
La zona donde se coge el tren de los volcanes es el Lava Parc, situado en la carretera de Olot Santa Pau. Llegar hasta allí desde Barcelona son apenas dos horas, por la C-17 hasta Manlleu y, después la C-37 hasta Olot y ya tomar la carretera citada. Desde Girona, en cambio, es poco más de una hora por la C-66 y desviarse por la 150a.