Un placentero paseo por la Terra Alta: trenes, historia y mucha naturaleza
El sur de Cataluña ofrece unos increíbles parajes por los que caminar y conocer los secretos del territorio
6 noviembre, 2023 12:26Noticias relacionadas
El otoño es una época ideal para pasear por la montaña. Antes de que llegue la nieve y el frío, uno puede perderse por los bosques y disfrutar de los colores variados de la naturaleza. En Cataluña hay un espacio ideal para ello.
La pintoresca comarca de la Terra Alta, en el extremo sur del territorio, guarda en su corazón un regalo para los amantes de lo bucólico, la historia ferroviaria y la aventura al aire libre.
La peculiaridad del camino
Esta zona cuenta con una ruta de unos 23 kilómetros repleta de antiguos viaductos, miradores panorámicos, túneles intrigantes, densos bosques de pinos y el incesante murmullo de ríos como el río Algars y el majestuoso Ebro. Hablamos de la Vía Verde de la Terra Alta.
Pero este no es solo un recorrido para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión, sino también un viaje a través del tiempo. La historia detrás de esta vía verde se remonta al antiguo ferrocarril que conectaba La Puebla de Híjar, en Aragón, con Tortosa, en Cataluña.
Inicio de la ruta
La aventura comienza en la estación de Arnés-Lledó y permite explorar no solo la belleza natural, sino también algunos tesoros históricos a lo largo del camino, como la ermita de Santa Pau, el convento de Sant Salvador y la ermita de Sant Josep de Bot.
La Vía Verde de la Terra Alta se inicia junto al río Algars, que marca la frontera entre Aragón y Cataluña. Desde la estación de Arnes-Lledó, un camino desciende hacia un espacio recreativo, donde en días calurosos puedes disfrutar de un refrescante baño. A medida que avanzas, te esperan túneles y viaductos que te llevarán a la estación de Horta de Sant Joan. Desde allí, podrás admirar la majestuosa montaña de Santa Bárbara.
Túneles y viaductos
A lo largo de la ruta, uno se encuentra con maravillas naturales, como el paisaje cárstico de la Mola d'en Canar, con sus extensos almendros y pinos. La Vía Verde sigue junto al río Canaletes, alternando entre túneles y viaductos, ofreciendo vistas espectaculares y arquerías que evocan la grandeza de los acueductos romanos.
La visión de la ermita de Sant Josep anuncia la llegada a Bot, un punto crucial para abastecerse antes de continuar. El recorrido pasa por trincheras y más túneles, y lleva hasta debajo de la Mola d'en Canar.
Estaciones de tren abandonadas
El último túnel, el más largo de la ruta, tiene 739 metros y lleva a la estación de Prat de Comte. Aproximadamente en el kilómetro 18,5, se encuentra el camino de acceso al Santuario de la Fontcalda, un lugar encantador que también ofrece posibilidades de aprovisionamiento, especialmente durante el verano.
Uno de los puntos culminantes es Els Estrets de Dalt, donde el río Canaletes se encaja entre las rocas. Un camino tallado en la roca permite recorrer este estrecho cañón y llegar a una zona de baño única. Además, aquí destaca un impresionante viaducto ferroviario que cruza el arroyo de la Fontcalda.
La historia de ferrocarril
El recorrido continúa hasta la estación de El Pinell de Brai, donde finaliza la Vía Verde de la Terra Alta. Sin embargo, las aventuras no terminan aquí, ya que desde este punto es posible continuar hacia Tortosa siguiendo la Vía Verde del Baix Ebre, lo que añade otros emocionantes 26 kilómetros a tu viaje, evocando los días en que los trenes del "Sarmentero" surcaban estos paisajes.
La Vía Verde de la Terra Alta tiene una historia ferroviaria fascinante. El proyecto para conectar el puerto de Sant Carles de la Ràpita con La Puebla de Híjar data de 1863. En un principio, el propósito de este ferrocarril era estratégico, ya que proporcionaría un acceso esencial para un posible frente bélico más allá de los Pirineos.
Final de la aventura
En 1891, comenzaron las obras, y en 1895, se inauguró el tramo entre La Puebla de Híjar y Alcañiz. La línea finalmente llegó a Tortosa en 1942, y durante décadas, desempeñó un papel logístico vital durante la Batalla del Ebro.
A pesar de su breve existencia, el ferrocarril, conocido como el "Sarmentero," dejó una huella perdurable en la región. La línea de tren se cerró definitivamente en 1973 debido a un hundimiento en un túnel, aunque se hicieron varios intentos para su reapertura.
Un viaje en el tiempo
A día de hoy, la Vía Verde de la Terra Alta brinda la oportunidad de explorar y disfrutar de esta maravillosa región, donde la naturaleza, la historia y la aventura se entrelazan en un emocionante viaje a través del tiempo y la belleza de la Terra Alta.