El histórico 'rascacielos' de las montañas de Cataluña: desconocido y bien de interés cultural
Con un origen todavía incierto, este edificio es la torre más alta de la comunidad autónoma
6 noviembre, 2023 09:24Noticias relacionadas
Las torres gemelas de Barcelona, es decir, el hotel Ars y la torre Mapfre, son considerados los edificios más altos de Cataluña. Uno piensa que son de inspiración neoyorkina, pero esta comunidad autónoma tiene una relación anterior con los rascacielos. Aunque muchos lo ignoren y lo tengan abandonado.
Y es que sí, Cataluña aún mantiene uno de sus primeros rascacielos, por así decirlo. Una estructura medieval de 33 metros de altura situada en un lugar sorprendente, la Torre de Vallferosa.
Torre centenaria
Situada en el paso de un canal en lugar de la cima de una montaña, esta torre, construida entre los siglos VII y VIII durante la ocupación islámica, se destaca por su diseño único y su perfecta conservación.
A pesar de su antigüedad, la torre sigue en pie, sin haber sufrido modificaciones significativas desde su construcción inicial. A pesar de que no se les presta mucha atención.
Bien Cultural de Interés Nacional
Sus paredes de cuatro metros de espesor y su altura impresionante la convierten en un testimonio asombroso de la arquitectura militar de la época. Además, está declarada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y es la torre más alta de Cataluña.
Su interior alberga cuatro plantas, una azotea y almenas, con un tramo de escalera original y una letrina que se han conservado desde el siglo VII. Sin embargo, lo que hace que la Torre de Vallferosa sea aún más enigmática es su ubicación inusual en un valle plano, a diferencia de otras estructuras defensivas que se encuentran en la cima de colinas elevadas. Este hecho plantea interrogantes sobre su verdadera función en este entorno privilegiado de La Segarra.
Orígenes inciertos
Las teorías sobre la función de la torre son variadas y en constante evolución. Algunos investigadores creen que pudo haber servido como punto de vigilancia o control, mientras que otros sugieren que podría haber sido construida con fines recaudatorios, posiblemente asociada al paso de un canal donde se exigía algún tipo de peaje.
La presencia de un depósito para cereales en la torre también alimenta esta teoría. A pesar de las investigaciones y estudios en curso, aún persisten incógnitas sin resolver sobre la verdadera razón de su construcción y función.
Un viaje al pasado
Los registros escritos de la Torre de Vallferosa se remontan al siglo XI, con menciones en documentos de venta relacionados con el "Kastrum de Valle Frausa". A lo largo de los siglos, pasó de mano en mano y estuvo vinculada a la canónica de Santa María de Solsona, así como a la familia Brull de Osona en el siglo XIV, formando parte del condado de Cardona.
A pesar de su importancia histórica y su estatus como patrimonio cultural, este edificio ha sufrido un abandono notable. Aunque es posible visitarla y contemplar sus detalles únicos, su ubicación aislada y su falta de promoción la han mantenido en relativo anonimato. Quizás es hora de que este histórico rascacielos de las montañas de Cataluña reciba la atención que merece y se resuelvan los misterios que aún envuelven su pasado.
Un paseo por el interior
La función de este agujero es aún objeto de debate y conjeturas, ya que podría haber sido un depósito de cereales, un lagar, una cisterna o incluso una prisión. Los indicios apuntan a la existencia de vida en el interior de la torre a lo largo del tiempo, aunque la identidad de sus ocupantes sigue siendo un enigma.
A medida que se asciende a los pisos superiores, se enfrenta a un desafío para aquellos que sufren de vértigo o claustrofobia. Una pequeña escalera de madera y estrechos pasillos permiten alcanzar los 33 metros de altura de la torre, con salas que revelan las sucesivas reformas a lo largo del tiempo.
Conservación extraordinaria
Sin embargo, uno de los tesoros más notables de la Torre de Vallferosa se encuentra en el cuarto piso. Aquí, se preserva posiblemente el único techo románico en su estado original de toda Europa, sin haber sido modificado. Este tesoro arquitectónico proporciona una visión única de la autenticidad de la época y la habilidad de los constructores que dejaron su huella en la torre.
Finalmente, al alcanzar la azotea superior, se puede disfrutar de una vista panorámica del valle circundante, la iglesia adyacente y lo que una vez fue el paso de peaje de este lugar histórico. Desde esta posición elevada, los visitantes pueden imaginar la importancia estratégica de la torre en el control y la vigilancia de la región.
Cómo llegar
Para quienes deseen visitar este fascinante rascacielos histórico, el acceso a la Torre de Vallferosa se encuentra en la población de Torá, en la comarca de La Segarra (Lleida). Desde la C-25 y C-14, se puede llegar a Torá a través de varias carreteras comarcales.
Desde allí, siguiendo la LV-3005 y recorriendo 8,9 km, se llega a un cruce que conduce a un camino de tierra perfectamente transitable, que lo llevará al valle donde se encuentra esta joya arquitectónica.