Alerta en Cataluña ante el regreso del mosquito tigre

Estamos en octubre, ha llegado el otoño, pero el mosquito tigre sigue acechando nuestras vidas, tanto es así que la plataforma Mosquito Alert ha detectado la presencia de este insecto en 70 nuevos municipios en España dónde no se tenía constancia. En concreto, en Cataluña se han localizado en cuatro nuevas localidades: Almacelles (Lleida), Sant Quirze de Besora y Bagà (Barcelona) y en Llorac (Tarragona).

Alerta con los mosquitos

Se ha activado la app Mosquito Alert bajo el lema ‘Si te pica, notifica’ con el propósito de concienciar a la población y contribuir al seguimiento de los mosquitos invasores. Se han podido recopilar más de 10.000 informes y 17.900 notificaciones de picaduras, gracias a las respuestas de los usuarios.

Mosquito Alert es un proyecto de ciencia ciudadana cooperativo sin ánimo de lucro, coordinado por diferentes centros de investigación públicos. El objetivo es estudiar, vigilar y luchar contra la expansión de mosquitos invasores capaces de transmitir enfermedades globales como el dengue, el Zika o la fiebre del Nilo Occidental. El mosquito tigre y el mosquito de la fiebre amarilla son algunas de las especies invasoras que controla esta aplicación.

¿Cómo funciona?

Permite a cualquier persona notificar, mediante una foto, el posible hallazgo de uno de los mosquitos; así como la de sus lugares de cría en los espacios públicos. Junto a la foto se recoge la localización de la observación y otra información necesaria para ayudar en la identificación de la especie. Un equipo humano de entomólogos expertos se encarga de validar las fotos recibidas y notificar el resultado al participante. Finalmente, se publica en el mapa público, dónde se pueden consultar y descargar las observaciones registradas desde el año 2014, y explorar los modelos de probabilidades desarrollados a partir de las observaciones ciudadanas. 

El mosquito tigre es una especie asiática de picada muy dolorosa y encontrado por primera vez en Cataluña en 2004, en Sant Cugat del Vallés. En 2008 ya había llegado a 87 municipios catalanes, según datos del estudio del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat.