En el listado de los platos típicos catalanes siempre hay polémica por cuál es el más característico. ¿El pan con tomate? ¿La escudella? ¿La botifarra amb seques?
La mayoría apuestan por el primero de estos tres y, por mucho que irrite a algunos, es lo correcto. Varias teorías apuntan a que la escudella, si bien es típica en Cataluña, puede tener su origen en una cultura algo más lejana, la judía.
Origen judío
La mayoría de expertos apuntan a que este plato se parece sospechosamente a la adefina de los judíos sefardíes. Si uno ve sus ingredientes, entiende todo.
Esta receta no deja de ser un guiso hecho a base de carne de cordero, garbanzos, huevos, patatas, ajo, cebolla, sal y pimienta. ¿Les suena algo a los catalanes? ¿Y al resto de españoles? La adafina es, para muchos, la madre de todos los guisos españoles.
Tradición
No es de extrañar que esto sea así. A pesar de que fueron expulsados brutalmente y que más allá de los antiguos barrios poco más se conserva de aquella época, los judíos sefardíes habitaban España en el siglo XV. De ellos, nos han quedado muchas cosas, entre ellas, estos platos.
La adefina es un plato que los judíos sefardíes solían preparar el viernes, para poderlo comer durante el shabat, día en la que tienen terminantemente prohibido trabajar e incluso cocinar. El día anterior, se solía poner en una cazuela de barro todos los ingredientes y se cocían a fuego lento.
Adaptación catalana
Que no sufran los puristas. Sabemos que la escudella no se prepara ya en una olla de barro y que el cordero no es la carne de base. Con el paso del tiempo, la receta se ha variado y acercado a las costumbres culinarias actuales. Ahora se elabora con una mezcla de carne picada de cerdo y ternera.
También ha cambiado mucho la costumbre de cuándo y cómo tomarla. Con los judíos expulsados de Cataluña, el plato ya no se hacía sólo los viernes, sino cuando apetecía. Sí, en cualquier época del año, aunque por su consistencia, sobre todo en invierno.
¿A diario?
Durante el siglo XIX, la popularidad del plato fue en aumento. La tradición, ya desligada de su origen, era tal que en algunas casas se consumía entre seis y siete días a la semana. Para no variar, cambiaban algunos de sus ingredientes: arroz, sémola, fideos…
La escudella ya no es un plato tan habitual en los hogares catalanes. Muchos lo reservan para Navidad y otras ocasiones especiales, aunque en algunos restaurantes lo incorporan en su menú cuando llega el frío. Los tiempos, como las recetas, cambian.