Mesas de un bar restaurante

Mesas de un bar restaurante PORKY'S INSTAGRAM

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El bar catalán que promete bocadillos 'gourmets'

La zona alta de Barcelona revoluciona el mundo de los frankfurts en un local de toda la vida

18 octubre, 2023 17:56

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¿Es posible convertir un plato o snack como un bocadillo en comida gourmet? Suena difícil, pero si lo intentan hacer con las hamburguesas ¿por qué con el bocata de toda la vida?

Eso es lo que se ha propuesto un ¿restaurante? ¿bar? de la zona alta de Barcelona, que ha convertido ir a un frankfurt de toda la vida en un comedor que ya quisieran muchos restaurantes de barrio.

Revolución en la zona alta 

De hecho, ya el barrio donde está influye. El bar del que hablamos se encuentra en el Putxet, en uno de los distritos con una renta más elevada de la capital catalana. Por tanto, si ofreces bocatas, debes vestirlo de producto de calidad.

No decimos que todo sean apariencias, pero el dicho recuerda que el ser humano, en muchas ocasiones come por los ojos. Por eso, igual que los restaurantes con estrella Michelin sirven trampantojos, desde Porky’s quieren que entrar en su local sea sinónimo de limpieza, buena atención y, sobre todo, buena comida.

Clásicos y gourmet

Sí, hay hamburguesas, pero smash burguers; sí, hay bikinis, pero porque la tradición se impone; pero sí algo destaca de la carta de este restaurante son los Fine Porky’s y los bocadillos de La Raspa. Ambos son bocadillos refinados, unos de carne y los otros de pescado.

Entre los primeros, destacan productos de máxima calidad como Cordon Bleu, roast beef o rabo de toro. Entre los que llevan el nombre del antiguo bar que estaba en el mismo local en el que ahora está el Porky’s los hay cargados de pescado, sí, pero también de marisco: pulpo, lobster roll, salmón o hasta gamba de Palamós.

El local 

Los ejemplos ya dan una pista de que no es sólo bocadillos de frankfurt, cervela o bacon. Y, ojo, que también los ofrece. Porky’s no se cierra a nada. Se distingue sólo por ser muy diferentes.

La decoración ya dice mucho, como decíamos. La entrada ya parece el viejo Maxim’s de París. Toldo rojo, doble puerta y se añaden unas luces de neón sin llegar a copiar del todo la estética oldie. Dentro, un sueldo de estilo tradicional catalán, paredes cubiertas de madera y decorados con anuncios clásicos de cerveza catalana… Todo para mostrar que son mucho más que un bar de bocadillos al uso. ¿Bocatas gourmet? Juzguen ustedes.