¡Atención! Estos mitos sobre el colesterol son falsos

Cuando uno se hace un chequeo rutinario entre las cosas que uno desea no tener es colesterol. Es fácil de detectar con una analítica de sangre no muy detallada, pero que salga alto hará que tengamos que regular nuestros hábitos alimenticios.

El colesterol es una grasa que está en la sangre, es imprescindible para múltiples procesos del organismo humano y por eso siempre aparece en los análisis. El problema está cuando se dispara más allá de los límites.

Mitos y leyendas

Como, quien más quien menos, ha tenido hipercolesterolemia (colesterol alto) o tiene algún conocido que la padece, hay un montón de dimes, diretes y leyendas urbanas sobre cómo afecta, cómo evitarlo, regularlo y demás.

Los profesionales de la salud son los únicos que tienen una respuesta clara al respecto. Las investigaciones científicas de estos últimos años han aportado más luz sobre esta afección y han podido aclarar algunos mitos urbanos acerca del colesterol.

Petición de análisis de sangre EP

No hace falta hacerse analíticas si no estás en edad de riesgo de tener infartos

La Asociación Americana del Corazón (AHA) es clara: a partir de los 20 es necesario controlarse el colesterol. La hipercolesterolemia no es de gente mayor, puede afectar a cualquier edad y hay más riesgo si hay antecedentes familiares. Y atención, porque se puede tener 20 años y sufrir infartos. Las muertes de algunos jugadores de rugby o fútbol en pleno partido lo han hecho evidente.

Más radicales es la Academia Estadounidense de Pediatría que recomienda que, en caso de tener antecedentes, todos los niños deben empezar a tener una revisión cada cuatro o seis años a partir de los 9-11 años.

Es imposible controlar los niveles de colesterol

Antes se asociaba el colesterol a tener sobrepeso, pero se ha visto y comprobado que una persona delgada también tiene. Eso ha hecho pensar que tanto da cómo seas, que el colesterol se altera porque sí. Es cierto que hay predisposiciones y que se han observado diferencias entre hombres y mujeres, pero eso no hace imposible controlar el colesterol.

Si uno hace ejercicio de alta intensidad de manera regular (desde correr a ir en bici) pueden reducir el colesterol en al menos un 10 %, asegura el profesor y doctor de cardiología de la Clínica Mayo R. Scott Wright. Asimismo, recuerda que el ejercicio, dormir bien y perder peso ayuda a prevenir infartos y estar más saludables. "Ningún medicamento puede replicar los beneficios fisiológicos del ejercicio", sentencia el médico.

El colesterol ‘bueno’ no es dañino

Pese a que está claro que el LDL, las lipoproteínas de baja densidad conocidas como el colesterol malo, debe estar controladísimo. En cambio, existe la teoría que, si uno tiene alto el HDL, el bueno, las lipoproteínas de alta densidad, todo queda compensado y no pasa nada.

Los últimos estudios demuestran que no es tan así. Los ensayos de medicamentos experimentales para aumentar el HDL, en realidad, no han reducido los accidentes cardiovasculares. Por tanto, más no significa mejor. Un estudio realizado a 24.000 personas por Nathalie Pamir, profesora asociada en cardiología preventiva en la universidad de ciencia y salud de Oregon, publicado este noviembre en el Journal of the American College of Cardiology deja claro que altos niveles de HDL no protegían ni a los adultos blancos ni a los negros. Una posible explicación, apuntan, es que la calidad del funcionamiento de las HDL puede importar más que la mera cantidad. Asimismo, el consumo excesivo de alcohol o los trastornos metabólicos pueden conducir a niveles más altos de HDL, pero no a una mejor salud.

Ilustración sobre el colesterol bueno y malo EP

Comer huevos aumenta el colesterol

Hablamos de huevos y de esos supuestos productos que en su momento se vendían como "libres de colesterol". Que haya alimentos que contengan lipoproteínas y se consuman mucho, no implica tener alto el colesterol. El cuerpo hace su trabajo y sabe compensar lo que ingiere.

Más allá de los huevos y alimentos con lipoproteínas lo que se debe evitar son las grasas saturadas de productos animales, como carne, mantequilla y productos lácteos. Por el contrario, las grasas no saturadas son beneficiosas. En lugar de seleccionar alimentos específicos, los cardiólogos ahora recomiendan un patrón de alimentación saludable y sí, la dieta mediterránea cumple con todos los requisitos.

Si no tienes colesterol, no tendrás ataques de corazón

Aquí se aplica la gran expresión española de "una cosa no quita la otra". Si bien es cierto que la hipercolesterolemia aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, eso no quita que la salud de tu corazón esté garantizada. Requiere de más y mejores cuidados.

La edad (las personas mayores tienen más riesgo), el género masculino, la diabetes, el tabaquismo y la obesidad, son otros claros factores de riesgo para sufrir infartos. De hecho, el propio Wright apunta que ·aproximadamente se desconoce un 20 % de los riesgos que causan que alguien tenga un ataque al corazón".

No hace falta medicarse para regular el colesterol

“Me quito el queso, el embutido y los dulces y ya está”. Frases como esta se suelen escuchar como solución a controlar los elevados índices de colesterol. Pero no siempre mejorar la alimentación es suficiente. No todos los factores de riesgo pueden abordarse, porque no puedes hacer nada con tu edad, ni puedes cambiar tu composición genética. La hipercolesterolemia familiar hace que aproximadamente 1 de cada 200 personas nazca con niveles altos de colesterol LDL, que seguirán aumentando durante la niñez y la edad adulta que, por lo general, conduce a enfermedades cardíacas. Ya sólo esto es mejor controlarlo con medicación

Tampoco hablamos de medicamentos muy peligrosos. Van desde los que controlan el peso a los que reducen el riesgo de infarto. Las estatinas en poblaciones en riesgo se asocian con un menor riesgo de accidentes cardíacos y muerte. También hay medicamentos más nuevos como la ezetimiba y los inhibidores de PCSK9. En todo caso, todo esto lo ha de determinar un médico.

Tener colesterol siempre es malo

Para no acabar con esa sensación de dar malas noticias, recordar que el colesterol es esencial para el cuerpo humano y juega un papel clave durante el desarrollo fetal. Forma parte de las membranas celulares y estimula la producción de hormonas cruciales. Sólo que en cantidades elevadas en sangre, contribuye a la obstrucción de las arterias y aumentar el riesgo de problemas cardíacos.

Un claro ejemplo de ello es que al hacerse las analíticas de sangre siempre aparece el colesterol, el bueno y el malo, siempre está allí, sólo que ha de estar por debajo de cierto límite. Incluso el HDL, tiene que estar dentro de unos márgenes concretos. En todo caso, se debe controlar.