Barcelona es un lugar repleto de bares y restaurantes. Algunos de ellos tienen varias estrellas Michelin. Pero hay una calle que destaca especialmente por sus locales, que aparecen en las mejores guías.
Mítica y situada en un barrio histórico, todavía no está masificada por turistas. Joaquim Costa es conocida por muchos vecinos del Raval y de la ciudad y un lugar donde los bares brillan por su personalidad.
Two Schmucks
Uno de los más destacados es el Two Schmucks, que este año aparece en el top ten del prestigioso listado The World's 50 Best Bar. Concretamente en el puesto número 7. Situado en el número 52 de la citada vía Barcelona, su carácter canalla se mezcla con una decoración hecha de materiales reciclados que le otorga al sitio un ambiente relajado y con encanto y con vibraciones punks e irreverentes.
El espacio reducido otorga al espacio un desorden intencionado que no desluce y que subraya aún más un servicio excelente, profesional y atento. Sus cocktails son su sello de identidad ya que muchos están inspirados en historias personales, como el cóctel de ensalada de pepino que elaboró Pom Modeste recordando una mala experiencia con esta hortaliza en su infancia.
Nuevas sedes
El éxito del sitio ha sido tal que sus dueños han abierto otros dos locales más: el Fat Schmuck que suma a los cócteles unos suculentos brunchs que se pueden disfrutar en su terraza; y el Lucky Schmuck, para amantes cerveza artesana del barrio.
Pero estos no son los únicos locales de la zona. Ya sólo por hablar de la calle Joaquim Costa, una parada obligada es el número 33. Allí se encuentra la premiada Casa Almirall abierta por primera vez en 1865. Desde entonces el local ha sido punto de encuentro de los barceloneses. Su decoración centenaria remonta a sus clientes a la bohemia del siglo XIX.
Otros bares
Entre otros bares míticos de la vía están: el Olímpic (Joaquim Costa, 25), con decoración vintage pero oferta moderna; el Negroni (Joaquim Costa, 46), para amantes de la coctelería; la Bodega Berlanga (Joaquim Costa, 39) o La Parra (Joaquim Costa, 48), clásicos de toda la vida.
Otros locales de la calle son un ejemplo de la interculturalidad del Raval son el 33/45 (Joaquim Costa, 4), especialistas en sabores mexicanos; la Pantera Mambo (Joaquim Costa, 39), epicentro del mezcal y la música latina; o el Betty Ford’s (Joaquim Costa, 56), cuyo chili arde y encandila a sus visitantes.
Más allá
“El barrio concentra locales para todos los gustos, para todos los clientes, pero, sobre todo, negocios que cautivan al barcelonés, aquel que quiere compartir y pasar buenos ratos con los suyos”, señalan los os portavoces del Eix Comercial del Raval. Estos bares lo demuestran.
También lo hacen otros clásicos del barrio. Y es que para quien quiera indagar fuera de Joaquim Costa en el número 30 de una de sus calles que la cruzan, Valldonzella se encuentra la reproducción barcelonesa del Dead End Paradise de Beirut, popular bar reducido a cenizas tras la explosión que sufrió la ciudad libanesa. Y ya, un poco más lejos, a tocar de la Filmoteca de Catalunya está el legendario Marsella (Sant Pau, 65), donde uno puede tomar absenta y hacerlo casi a modo de ritual. No en vano, está abierto desde 1820 y más vivo que nunca.