Elon Musk hunde a Bitcoin pero arropa el 'meme' de Dogecoin
La influencia del magnate sobre la cotización del activo más popular abre un debate entre los inversores sobre la pujanza de la criptomoneda del 'perrito'
14 mayo, 2021 00:00¿Qué necesita un meme para triunfar? No se sabe. ¿Y un criptomeme? El apoyo de un multimillonario. El padrinazgo de Dogecoin por parte de Elon Musk ha convertido esta divisa en la tendencia del momento en el mundo cripto. El acelerón de este valor podría aumentar tras el ataque del creador de Tesla y SpaceX contra Bitcoin, que ayer hundió un 10% la cotización del activo más popular.
Ello pese a la división que reina entre los inversores sobre la viabilidad de la moneda del perrito. División basada en la propia historia de Dogecoin. Acuñada como una prueba de concepto con tecnología prestada de Litecoin, su impulsor, Billy Markus, está atónito ante el éxito de su criatura. "La idea de que Dogecoin valga ocho céntimos es lo mismo que si GameStop valiera 325 dólares, no tiene sentido", declaró en febrero a The Wall Street Journal.
¿Fenómeno o burbuja?
Tres meses más tarde, el token ya vale 40 céntimos --en días anteriores había rebasado los 70 céntimos--. Una multiplicación exponencial que lo ha colocado en el top 10 del criptoparqué y en clara batalla para alcanzar la unidad de dólar. Es normal que ante esta revalorización aparezca en el horizonte el temor a una burbuja. Aunque los profesionales desaconsejan el empleo de este concepto.
"No creo que utilizar el término burbuja tenga sentido. Una burbuja se da en un escenario en que un activo tiene un valor superior a sus flujos de caja futuros. Una burbuja puede asociarse a un inmueble o a una compañía, pero hablar en este sentido respecto a una criptomoneda no es correcto", explica Alberto G. Toribio, especialista en blockchain.
Más bien una moda
Comparten la misma posición aquellas voces incluso abiertamente críticas con la ascendencia de Musk sobre Dogecoin. Es el caso de Lluís Mas, consejero delegado de BIT BCN: "Una moneda se acepta siempre que una comunidad la respalde, aunque su origen sea una broma". Cuestión distinta es la veteranía de este apoyo: "Creo que hay un punto de tendencia, de este miedo a perder la ocasión que puede llevar a algunas personas a apostar por un activo que tiene detrás a un influencer como Musk".
Mas señala las diferencias con Bitcoin, un sistema descentralizado y menos influible a largo plazo por la actitud de prescriptores como el industrial sudafricano. La contraprueba, como recuerda Mas, es la propia caída de Dogecoin tras el anuncio de que Tesla no aceptaría más Bitcoins como método de pago. Volatilidad asociada a las opiniones caprichosas de un solo agente: una combinación que para Mas da cuenta de la peligrosidad de una opción demasiado vinculada con el emprendedor.
Más 'perritos'
Por su parte, Toribio también habla de "moda", lo cual no significa, como aclara este experto, que ésta sea una mala oportunidad de inversión para las personas con intereses en posiciones a corto. "Estamos ante una inversión de riesgo, pero no de una inversión irresponsable. Dogecoin es algo que no sabemos si será una moda pasajera o durará veinte o treinta años", zanja.
En este caso, mantener una actitud abierta parece lo más razonable. Máxime cuando empiezan a proliferar otros criptomemes como Shiba o Coshi. ¿Cotiza al alza el carisma? Jesús Plaza, director de Crypto Plaza, mantiene una posición cauta que destaca el potencial social de estas alternativas pero, a la vez, indica sus puntos débiles: "Se trata de un proceso cultural creado entorno a unas monedas que no podemos desperdiciar porque no sabemos hasta dónde puede llegar. Otra cosa es el nivel de seguridad y solvencia de estas opciones, que deja mucho que desear".
Apuesta generacional
La cuestión generacional es la fortaleza de Dogecoin, mientras que su principal debilidad reside en su falta de desarollo. Así podría resumirse la cuestión. Alejandro Zala, country manager de Bitpanda, relata la historia del activo: "Dogecoin se ha beneficiado de distintas corrientes. En julio de 2020, los usuarios de TikTok se propusieron llevar Dogecoin a un dólar. No llegó a alcanzar ese valor, pero el precio subió un 1.900%. En los meses siguientes, Dogecoin captó la atención de la llamada generación de traders de Robinhood, que con frecuencia discuten sus inversiones en Reddit".
Los últimos en llegar han sido celebridades como Snoop Dogg y Elon Musk. Por tanto, el poder real de las comunidades digitales ha estado detrás del ascenso meteórico de Dogecoin. Al mismo tiempo, la inexistencia de un trabajo tecnológico sólido -- como ocurre con Bitcoin, Cardano o Ethereum-- lo ha vuelto más dependiente de respaldos como el del magnate de Silicon Valley. Una de cal y otra de arena. Lo que está claro es que con Musk o sin Musk, las memecoins han llegado para quedarse.