Cristina Paricio, cofundadora de Cinco Tintas
Cristina Paricio, cofundadora de Cinco Tintas: "Mi relación con el mundo editorial empezó antes de que yo lo eligiera"
Una década después de su fundación, la editorial fundada por los hermanos Paricio, se ha posicionado como referente en un mercado dominado por los grandes grupos
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Cristina Paricio entendió muy pronto que su destino estaba en los libros. Las editoriales Iberia, Omega y Medici formaron parte del paisaje de su infancia y del de su hermano Ramón. Y las traducciones, las charlas sobre derechos de autor y las ferias literarias internacionales eran algo cotidiano.
Frankfurt no era un destino vacacional sino una estación más en el calendario. “Mi relación con el mundo editorial empezó antes de que yo lo eligiera. Cuando naces en el seno de una familia de editores, esta conexión con los libros es muy estrecha. Crecimos rodeados de esa sensibilidad hacia la edición como una tarea muy artesanal, cuidada, con muchos referentes internacionales”, relata a Mujeres en Crónica.
Durante un tiempo, ambos continuaron en el proyecto familiar, pero descubrieron que su forma de entender el oficio “entraba en conflicto” con los engranajes heredados de otra generación.
Cristina Paricio, cofundadora de Cinco Tintas, celebra el décimo aniversario de la editorial
“Respetábamos muchísimo su catálogo y por eso sabíamos que transformar la empresa sin desvirtuarla era imposible”, recuerda. Optaron entonces por empezar de cero. Así, tras un periodo de reflexión nació Cinco Tintas, una pequeña editorial independiente que asumió la dureza del arranque – pocos títulos, pocos recursos, poco margen y mucha constancia – como una carrera de fondo.
Diez años después, en 2025, Cinco Tintas celebra su décimo aniversario convertida en un referente del mundo editorial. Y lo ha logrado con un criterio claro: publicar “libros que aporten una mirada singular”.
- ¿Por qué Cinco Tintas?
- Es curioso porque le di muchas vueltas. Quería que fuera algo que transmitiera realmente lo que hacemos como editorial. Y nuestro proyecto estaba muy definido y muy claro. Al principio queríamos traer libros, es decir traducciones por un tema de recursos. Es mucho más fácil comprar un título ya ideado, diseñado y concebido, que tener que hacer uno desde cero, porque se requieren muchos recursos.
- Quería que el nombre reflejara esa esencia de “vamos a hacer algo que es internacional, que vamos a imprimir con otros editores”. Un día, mientras iba en coche con mi hermano Ramón, dije: ‘Es que quiero que sea clarísimo, como, por ejemplo, que imprimimos con cinco tintas’. Enseguida nos dimos cuenta que este tenía que ser el nombre de la editorial. Y se quedó. Creo es un nombre que refleja 100% la esencia de la editorial.
- Publican traducciones, coediciones y también libros propios. ¿Cuál es el criterio de selección a la hora de apostar por un título?
- Hay muchos pequeños criterios que al final conforman uno grande y fundamental que es que sean libros que aporten una mirada singular. En gastronomía, por ejemplo, apostamos por títulos que tengan una vocación internacional. Es decir, puede ser un tema muy nicho pero que tenga proyección internacional, que se pueda vender en todo el mundo, desde Barcelona hasta San José de Costa Rica o Santiago de Chile.
- Luego apostamos por libros de temáticas muy populares como la cocina japonesa o la italiana que son muy famosas en todo el mundo. Tenemos varios libros de pasta, uno de gastronomía italiana de gran formato de 440 páginas. Son temas muy amplios pero tienen que tener siempre una mirada especial, un contenido de base muy sólido y un enfoque estético muy trabajado. Al final lo que queremos es que se produzca un diálogo entre el exterior y nuestro contexto cultural, y, evidentemente, con los intereses potenciales de nuestros mercados porque también trabajamos mucho en América Latina.
- Nos interesa traer tendencias, ideas. Parte del proceso de selección es viajar, descubrir lugares, estar muy atentos a todo lo que pasa, lo que interesa en otras grandes ciudades. Y luego, por supuesto, están nuestros socios internacionales, los coeditores, que al final es una red de la que nos nutrimos todos. Si tu vas a la feria de Frankfurt y ves que en 2026 se va a celebrar el mundial y que todo el mundo está publicando cosas de fútbol, piensas: pues igual es una temática que tendría que trabajar.
- Después están los libros de creación propia. En este caso, generalmente, soy yo quien pienso un proyecto y busco a las personas adecuadas para desarrollar tanto el contenido como el continente. Un equipo que pueda aportar a ese proyecto: fotógrafos, diseñadores, ilustradores y por supuesto los autores que son los más importantes.
- Son ediciones muy cuidadas, el amor por los detalles, ¿viene de familia?
- Esto es algo que nos diferencia un poco de nuestra familia y algo singular de Cinco Tintas. Creo que es además la piedra angular que nos define y la coherencia detrás de nuestro proyecto desde el principio. Cuando arrancamos ya conocíamos el mercado y pensamos en cómo podríamos diferenciarnos de las grandes editoriales. Lo hicimos apostando por la calidad en un momento en el que además estaba apareciendo el ebook, como quien dice. Dijimos, pues nosotros apostamos por el papel, por el producto, por el objeto y eso es algo que hemos mantenido desde el principio y nos ha funcionado.
- Evidentemente, al principio nos podíamos permitir mucho menos porque los recursos eran muy limitados. Pero este era el proyecto a largo plazo: hacer libros que fuesen objetos bellos, y como tal los tratamos desde el momento de su concepción hasta que llegan al mercado. Apostamos siempre por los mejores acabados, papeles de gran calidad de bosques sostenibles. Y esto no es tanto heredado de nuestra familia sino una apuesta personal de ambos para diferenciarnos en el mercado.
- El ebook no es para vosotros una opción tampoco futura.
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Creo que en general hay una especie de nostalgia hacia lo analógico. La tecnología nos ha cambiado tanto la vida que tener estos momentos de desconexión aporta muchísimo. Nuestros libros permiten hacer cosas fuera de las pantallas ya sea cocinar o cuidar de tus plantas.
Ahora tenemos una colección para colorear preciosa de una ilustradora francesa que nos encanta. Son libros que no solo el objeto en sí permite disfrutarlo, sino que también proporcionan ideas e inspiración para tu día a día fuera de las pantallas.
- Los de gastronomía son vuestros superventas.
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Sin duda. Tenemos varios títulos dentro de las diversas categorías que son nuestros bestsellers. Hay una categoría que nos funcionó muy bien porque apostamos en el momento adecuado, que es la astrología y espiritualidad pero con este enfoque nuestro tan peculiar de una estética muy moderna, muy limpia. Publicamos una colección de signos del zodiaco que se ha vendido muchísimo. También tenemos un oráculo mágico que no para de venderse. Pero sí, la gastronomía es lo que más vende de nuestro catálogo. Diría que entre un 60%, un 70% de nuestros libros son de gastronomía. Por tanto es uno de los pilares, aunque nunca hemos querido que fuese el único territorio. Nos interesa explorar otros temas.
La gastronomía, en concreto, la abordamos desde diversas perspectivas, ya sea desde la tradición o la técnica, también desde la cultura culinaria y luego, por supuesto, las tendencias contemporáneas, libros con temáticas internacionales, otros locales, algunos muy especializados, otros más accesibles… En todo caso, intentamos mantener un equilibrio dentro del catálogo.
- Uno de los últimos lanzamientos es ¿Quién teme a Romanée Conti?, un libro muy nicho sobre el mundo del vino, ¿qué acogida está teniendo?
- Muy bien. Estoy gratamente sorprendida porque ya solo con el título hay que saber de vino. No todo el mundo sabe qué es Romanée Conti. A mí me daba un poco de miedo, incluso sopesé cambiar el título y poner algo adaptado a todos los públicos. Pero me di cuenta de que el autor, Dan Keeling, tiene una voz tan personal, tan especial que no lo podía quitar. Además me gustaba el juego de ¿Quién teme a Virginia Woolf?, ¿Quién teme a Roamnée Conti? Ha tenido muy buen impacto en prensa y las ventas están yendo muy bien. Ha superado todas mis expectativas.
- Es arriesgado pero necesario apostar por este tipo de producto más complejo y no por otros de lectura fácil.
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Sí, yo creo que lo bonito es que ahora podemos combinar proyectos muy cercanos y accesibles con otros más elevados y de nicho. Y esto es una alegría para nosotros. Cada vez publicamos más libros y eso nos permite buscar ese equilibrio.
- He visto que tenéis una colección preciosa de libros de arte para niños.
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Sí, esta colección es un proyecto muy querido en la editorial. Nos ilusiona mucho a todas las personas implicadas y esperamos que funcione bien y que tenga un recorrido largo.
Hasta la fecha hemos publicado dos libros sobre Joan Miró en esta colección que se llama El arte en juego. La idea es, precisamente, acercar el arte a los niños desde la curiosidad y desde el juego sin caer en simplificaciones pero tratando que los niños al leerlo se hagan preguntas y sientan curiosidad. - Es una colección muy joven pero ya estamos imprimiendo cuatro más para el próximo año. Es verdad que es un territorio, el infantil, nuevo para nosotros, pero creemos que conecta muy bien con la identidad de Cinco Tintas porque hemos empezado una línea de arte y porque sigue estando dentro de los parámetros de lo que es el libro de divulgación de la editorial, con estos acabados preciosos, con páginas que se desdoblan, tienen todo lujo de detalles.
- ¿Cómo nace esta colección?
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La idea nació en una micro-feria de libro francés en el Instituto Francés de Barcelona. No tenía cita con esa editorial pero de pronto vi los libros y me encantaron ¡Me fui de allí con una ilusión! Vine al despacho, lo enseñé a todo el mundo y alucinaron. No se pueden perder pequeñas oportunidades como estas.
- También es una apuesta de futuro: introducir a los niños en el mundo de los libros
- Sí, sí, totalmente. Aunque no solo los niños porque también son una herramienta muy potente para los padres y educadores en general. Acabo de ser madre y lo primero que he hecho es comprarle libros. Por supuesto, al principio ni se los miraba, pero creo que es muy importante enseñarles el objeto desde pequeñitos, que los libros estén en casa y que se pregunten ¿qué es esto?, ¿qué es un libro?, que toquen las páginas, que ojeen, que jueguen.
- Y así como los libros de astrología conectan con audiencias jóvenes, pensamos que los lectores de hoy serán los lectores del mañana. Es decir, los que hoy están comprando el libro de arte infantil y lo tienen en su casa, luego con doce o quince
años pasarán, quizá, al libro de astrología, después al libro de gastronomía y por último al libro de arte. Esto es un poco la apuesta de la editorial, abarcar varios grupos de edad.
- ¿Cuál es la clave del éxito para que una editorial independiente sobreviva en un mundo tan saturado de libros y manejado por los grandes grupos editoriales?
- Creo que no hay un secreto. Si hay uno es, a mi parecer, la coherencia y la perseverancia, es decir, el trabajo. Y sobre todo tener clara cuál es tu identidad, quiénes somos nosotros, qué tipo de libro queremos hacer. También tener una política de precios ajustada al mercado que te permita competir con esos grandes grupos y al mismo tiempo avanzar con firmeza, no crecer por crecer, no es un tema de ambición, sino de perseverancia, de trabajo a largo plazo.
- Nosotros nos tomamos el tiempo necesario para cada proyecto, cuidamos los procesos, a nuestros colaboradores, a todos los profesionales extraordinarios con los que trabajamos. Espero que los lectores perciban esa honestidad, esa forma coherente de trabajar y sepan, cuando ven nuestro sello, qué pueden esperar. Esto para mí es el ideal. Por tanto, si tengo que responder a esa pregunta diría que es eso, una combinación de factores. Pero trabajar duro y ser coherente.
- ¿Cuál es el balance de estos diez años?
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Muy positivo, estamos muy contentos. La editorial ha crecido pero lo ha hecho con calma, poco a poco, nunca hemos dado un paso a la ligera. Y creo que eso se nota. Y cuando digo esto me causa respeto porque quiero que siga siendo así. Yo nunca me confío. Pienso que siempre hay que trabajar para que las cosas sigan yendo bien, no puedes relajarte. Cinco Tintas, por suerte, ahora tienen buena acogida en el mercado, tenemos el reconocimiento tanto de los medios como de los lectores y de los libreros, que son súper importantes en todo esto. Y todo esto es lo que nos ha costado tantísimo conseguir en estos 10 años. Por eso el balance es superpositivo. Pero siempre con la mirada puesta en el futuro, convencidos de que hay que seguir trabajando, esforzándose y no confiarse.
- ¿Algún libro especial de cara al 2026?
- Tenemos varios. El próximo año vamos a publicar casi 40 títulos. Para nosotros es un año de consolidación de lo que venimos haciendo, de las nuevas líneas, la de arte, la infantil. También seguiremos ampliando la colección de gastronomía con títulos fantásticos, uno de ellos, el que más me gusta, Anatomía del cuchillo japonés, que mezcla esta parte de tradición, de técnica. Un libro de gran formato con una encuadernación super bonita y que transmite esa paz de la artesanía japonesa.
- Es un libro nicho que quizás no sea el que tenga mejor venta pero me hace una ilusión tremenda.
- También tenemos varios de creación propia, como el próximo de Robert Ruiz, autor de Fermentar, que estará centrado en técnicas de conservación. Robert es un autor de la casa y estamos felices de seguir trabajando con él.
- Luego habrá otro con un restaurante madrileño, que todavía no vamos a revelar, que tendrá también un enfoque tanto gastronómico como del mundo del vino y de la coctelería. La verdad es que pinta muy bien.